Último momento: La Jefatura fue efectivamente tomada en la madrugada de ayer, alrededor de la 1.45, cuando llegaron a la ciudad Capital efectivos de Concarán, Merlo y Villa Mercedes, las ciudades donde la semana pasada se produjeron los acuertalamientos. La Plana Mayor ha decidido permanecer dentro del edificio junto a una serie de manifestantes.

Anoche, alrededor de las 22.30, se vivieron tensos momentos en la Jefatura Central de Policía, cuando un grupo de efectivos se manifestaron frente a ella. En un determinado momento, un grupo ingresó al edificio, lo que inmediatamente aparejó que se plantara un grupo armado del COAR en la puerta, prohibiendo que más gente ingrese al edificio. Para reforzar esta medida, se trabó la puerta giratoria de entrada con un caño.

Minutos después, comenzó la quema de gomas en la calle y el redoble de tambores, a medida que cerca de 40 efectivos que estaban en la plazoleta de enfrente comenzaron a reunirse en la explanada de la Jefatura. Con sus rostros cubiertos y más de un pedido de “no filmés”, dejaron más que claro que su confianza en este momento está por los pisos y que no quieren arriesgar que se conozcan sus identidades luego de los despidos del lunes.

Finalmente, los efectivos que habían logrado ingresar a la Jefatura, un grupo de no más de 8 entre los que había, como mínimo, dos despedidos, se retiraron pacíficamente del edificio, para dialogar con sus compañeros de protesta, no sin antes pedirle a la prensa que se alejara.

Según contó uno de los efectivos despedidos, que quiso reservar su identidad, ingresaron al edificio porque el “subjefe y el resto de la plana mayor” los llamaron, porque querían hablar con ellos. “Después empezaron a decir, ‘llamen al COAR, cierren las puertas, llamen a la jueza a que venga a constatar que esto es una privación ilegítima de la libertad’. Entonces, salimos nuevamente al exterior. Si ustedes pueden constatar, las puertas están cerradas del lado de adentro. Si quieren salir, pueden salir”, comentó el oficial despedido, claramente temiendo que la convocatoria al diálogo haya sido una trampa para poder alegar que los manifestantes tomaron el edificio público. 

“Estamos abiertos al diálogo, pero no nos llaman a negociar. El ministro dijo que no se iba a levantar ninguna medida, que no iba a sancionar a nadie si nosotros levantábamos la medida, pero lo primero que salió a hacer es dar un listado de 50 personas (despedidas). El ministro no tiene palabra, nos mintió, nos engañó”, comentó el ahora ex oficial de policía, quien además contó que su notificación de despido figura que entre los causales la toma de un edificio público, algo que nunca se produjo en la Capital de la provincia. 

“Es siempre lo mismo, una sarta de mentiras y engañar a la sociedad. Nosotros estamos pelando por la verdad, porque esta gente miente, miente el ministro. Por la dignidad de nuestras familias y por la Justicia. Es realmente injusto lo que nos están haciendo vivir. Es injusto el sueldo que tenemos, que no nos permite mantener a nuestra familia. No se qué espera el Gobierno para venir y darnos una solución”, concluyó el joven oficial.