A los condenados se los notó muy tranquilos en el momento en que se dictaba la sentencia, mientras que a la madre de Guadalupe, muy nerviosa, ya que se balanceaba de atrás hacia adelante sin cesar. Cuando Di Falco escuchó el primer voto a favor de su inocencia empezó a llorar.

Mañana es el cumpleaños de Débora.