Dijo un testigo de la causa, quien fue testigo del maltrato que sufrió la niña. Hace instantes finalizó una nueva audiencia en la Sala de Juicios Orales Nº 2 de la Primera Circunscripción Judicial, en donde se retomó el “Caso Guadalupe” en el que se encuentran imputados Miguel Ángel Riquelme, Dora Alejandra Videla y Débora Difalco.

Para esta audiencia se citó a declarar a Héctor Martínez –quien vivió en la casa de Riquelme y Videla hasta el día del hecho-, Martha Cabral (hermana por parte de madre de Miguel Riquelme) y el Dr. Jorge Giboin, médico forense.

Martínez, declaró que llegó a la ciudad de San Luis en el año 2010 y conoció a Riquelme y Videla en el trueque de la calle Lafinur. Posteriormente, Riquelme lo invita a Martínez a vivir a su casa, ofreciéndole además trabajo “para cambiar de vida”, dijo el testigo. Y así lo hizo junto a su pareja Julieta Lourdes Tentracoste, quien con anterioridad prestara declaración en esta causa.

Ante la pregunta del Tribunal y del Fiscal de Cámara sobre si la golpeaban a Guadalupe, el testigo respondió que “Riquelme le pegaba con un chicote porque la nena se pellizcaba mucho”.

El testigo agregó que en el patio de la vivienda había un tacho con sangre el cual reconoció entre los objetos secuestrados en la causa, y que tanto Alejandra Videla, Riquelme y sus hijos metían a Guadalupe en ese tacho, “la metían y la sacaban varias veces y después la dejaban parada, desnuda, en el patio para que se secara”, declaró Martínez.

Entre otros datos que brindó a la causa, Martínez expuso que muchas veces a Guadalupe le prohibían la comida “porque se portaba mal, se pellizcaba”, le ataban las manos para que no se pellizcara y que no la llevaban al hospital porque le iban a decir (a Riquelme y Videla) que la nena estaba siendo maltratada, que la nena se pellizcaba los brazos, manos, cara y se mordía los labios porque era muy nerviosa. Preguntado por el aspecto del cuero cabelludo de la menor, el declarante afirmó que la niña tenía sarna.

En un momento, el testigo informó al Tribunal que pensaba que la nena era parte de la familia pero posteriormente aclaró “una vez escuché que Riquelme dijo que a Guadalupe la había dejado una chica para que se la cuidaran”.

Finalmente, el testigo comentó que el día del hecho, salieron con su pareja a las 8:30, 9:00 hs., aproximadamente de la mañana, a comer porque era el cumpleaños de ella, que no desayunaron y estaban todos durmiendo. Al volver, antes de llegar a la vivienda, se encuentra con Videla, quien le informa que Guadalupe había muerto y al llegar al domicilio “Riquelme me dijo que diga que nos los conocía, que yo no sabía nada”. El último dato aportado antes de finalizar el testimonio fue, “yo ví el documento de la mamá de Guadalupe en la casa de Riquelme, pero al no conocer a la persona no sabía quien era”.

Finalmente, prestó declaración el médico forense Giboin, quien afirmó que las lesiones que presentaba la víctima “no podían ser de ninguna manera, autolesiones”.
Que las quemaduras que presentaba Guadalupe en las fosas nasales eran de tipo “B”, lo que significa una herida profunda en la piel y que no se puede confundir esas quemaduras de cigarrillos con herpes.

El Dr. Rodriguez le preguntó al Médico Forense si se puede precisar que las lesiones encontradas en el cuero cabelludo de la víctima eran de uñas de adulto, a lo que el profesional respondió que “nosotros describimos una excoriación uñal, no podemos precisar si es de adulto o de niño.  De acuerdo a lo que respondí anteriormente no estoy de acuerdo de que sean autolesiones”. Y luego el Dr. Zalazar –Defensor de Riquelme- consultó si se puede precisar cuando se genera el edema cerebral -causal de muerte- a lo cual Giboín no pudo precisar con exactitud y respondió que depende de la resistencia que tenga la paciente, puede ser
dos o tres días.

“Los menores, por más estado nervioso que presenten, jamás se autolesionan porque les produce dolor y lloran”, finalizó el Dr. Giboín.