La presunta homicida dijo que Riquelme ahogaba la niña en un tacho y que la golpeaba con un chicote.

Ayer a la mañana, en la audiencia que se realizó por el Caso Guadalupe, fue el turno de declarar de Dora Alejandro Videla, quien, junto a su pareja, Miguel Ángel Riquelme, está acusada del homicidio de la niña. Cabe recordar que, durante la primer semana de audiencias, varios testigos apuntaron a Videla como la principal autora de las agresiones hacia la niña.

Al iniciar el debate, Claudio Ibañez, defensora oficial de Videla, solicitó al Tribunal que se le tome declaración testimonial a su defendida. La imputada relató que, el día del hecho, ella se encontraba cocinando, mientras los chicos estaban en el patio con Riquelme. De repente, según Videla, su hija mayor entró a la casa y le dijo, “mamá, Guadalupe se desmayó”. Inmediatamente salió al patio, oyó un suspiro y vio a la nena desvanecida. Ante esta situación, Riquelme le dijo que la niña se estaba “haciendo la víctima” y le ordenó a Videla que fuera a buscar plata para llevar la nena al hospital.

Con respecto a su pareja, Videla declaró que en varias oportunidades vio a Riquelme golpeando a Guadalupe, e inclusive metiéndole la cabeza en el tacho con agua en el que la bañaban. “Miguel la metía en el tacho y le pegaba con un chicote que él había fabricado, porque le molestaba que Guadalupe se orinaba”, dijo Videla, quien aseguró que si ella intervenía a favor de la niña, también era golpeada por Riquelme.

A su vez, la mujer también repitió ante el jurado las versionas que ella y su pareja le dieron a la gente que vio y preguntó sobre algunas de las heridas de la nena. “Guada se pellizcaba las manos y yo le preguntaba porqué lo hacía y me respondía que estaba nerviosa”, declaró la imputada, antes de añadir que a la nena se le caía el pelo y que cuando consultaron un médico al respecto, éste le indicó que se debía a los nervios que padecía.

En relación a la madre de la niña, Débora Di Falco, dijo haberla conocido cuando Riquelme le dio asilo en su casa porque no tenía donde quedarse y estaba embarazada, esperando su segunda hija, Fátima. Cuando fue a dar a luz, como Débora había perdido su documento, Videla le prestó una constancia de su DNI, asegurando que no sabía que hacer esto era ilegal. Cuando la joven volvió a su casa, Videla declaró, dejó a la bebé bajo su custodia, por lo que Riquelme se encargó de realizar los trámites para el documento de Fátima.

Luego, Videla declaró que Di Falco a veces volvía de trabajar borracha y drogada y con la plata que ésta le daba a Riquelme, Videla le compraba leche a la bebé. “Miguel me dijo que íbamos a dar a la bebé cuando tenía 5 o 6 meses porque no tenían plata para mantenerla y se la entregó a una señora”, expuso. Cabe recordar que esta mujer, tras el asesinato de Guadalupe, se presentó de manera voluntaria en la Policía, junto a la bebé que se le había entregado.

Finalmente, atestiguó que la última vez que vio a Débora fue en agosto de 2010, para el cumpleaños de Guadalupe. Ese día, Videla dice haberle sugerido que se llevara a la menor porque Riquelme le pegaba y la maltrataba, pero, al parecer, Di Falco no creyó que fueran ciertas las palabras de la mujer.

Por último, la defensa de Riquelme solicitó que se pase a un cuarto intermedio hasta el día de hoy, para tratar de lograr que el imputado declare, tras haberse negado a hacerlo en la primera audiencia del caso.