Con muchas críticas de la oposición, se dio medio sanción a la modificación de la ley de expropiaciones

“Tiene buena intención, pero no está perfectamente definida”, dijo Carlos Ponce, uno de los tantos opositores que crítico duramente el proyecto.

Ayer, la Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto de ley del Gobierno provincial que busca modificar la ley de expropiaciones provincial para introducir la figura de “expropiación temporaria”. Para descontento de la oposición, que vertió duras críticas al proyecto, la única modificación que se le introdujo a lo enviado por el Gobierno fue cambiar el término “expropiación” por el de “ocupación”.

El debate comenzó con el oficialista Délfor Sergnese asegurando que “este proyecto tiene como objetivo primordial mantener las fuentes laborales, para que los trabajadores puedan seguir trabajando y la empresa pueda continuar por sí misma o que los trabajadores formando una cooperativa continúen, que el Estado se haga cargo o lo ceda a un tercero para que continúe con la explotación industrial”. Rápidamente, el opositor Carlos Ponce destacó que lo “de preservar las fuentes de trabajo, es una expresión de deseo”, ya que “en ningún lado de esta ley dice que se le va a garantizar la fuente de trabajo a los trabajadores”.

Otro punto que fue sumamente criticado, tanto por Ponce como por los radicales Walter Ceballos y Fidel Haddad, es el que declara como bienes sujeto a expropiación u ocupación temporaria “los establecimientos industriales públicos o privados, o de actividades agropecuarias, comerciales, económicas y todas aquellas que sean declaradas de utilidad pública”.

“Están declarando sujetos a expropiación los bienes económicos públicos. Lo público no se expropia”, señaló Ceballos. “Se le agrega ahora establecimientos agropecuarios. No veo cuál sería el interés en que el Estado se haga cargo de esta clase de establecimientos. Actividades comerciales, económicas. ¿Cuáles son las actividades económicas? No las conocemos”, dijo Ponce, mientras que Haddad señaló lo peligrosamente ambiguo es este último término, ya que “todas las actividades son económicas”.

Ponce, quien fue el opositor que más se extendió, también criticó el punto que fija un plazo de dos años, prorrogables, para las ocupaciones. “Acá veo otra contradicción. Por un lado, estamos tratando de solucionar un tema que es serio, complicado y que afecta las fuentes de trabajo en la provincia, y por otro lado decimos que no es anormal porque le fijamos 2 años, prorrogables por 2 años más. Va a ser para que los vivos puedan tener una empresa saneada, gracias a la administración del Estado provincial”, dijo el kirchnerista.

“Creemos que por este camino, lo que estamos alimentando y habilitando son a los vivos”, aportó Ceballos, coincidiendo con Ponce, mientras que Sergnese pidió la palabra para aclarar que, una vez cumplido este plazo de 2 años, la empresa no vuelve necesariamente al empresario, sino que se puede proceder a la expropiación definitiva. El oficialista agregó, ante la multitud de críticas, que estas ocupaciones solo se llevarán a cabo “cuando existan indicios serios, concretos, del cese de alguna empresa que realmente su actividad sea de interés o de utilidad pública para la provincia”.

Finalmente, después de más de una hora de debate, el ambiguo proyecto tuvo media sanción gracias al poderío del oficialismo en la Cámara. “Queríamos colaborar y tratar de mejorarla, para que fuera una ley clara. Tiene buena intención, pero no está perfectamente definida”, dijo Ponce sobre el proyecto.

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