La foto de las mujeres se ha viralizado por las redes sociales.

El día de hoy, desde el Gobierno confirmaron que dos mujeres pampeanas, acusadas del homicidio de un niño de 5 años llamado Lucio Dupuy, se encuentran alojadas en el servicio penitenciario de San Luis.

Se trata de Magdalena “Magui” Espósito y Abigail Páez, quienes fueron trasladas a nuestra provincia este domingo a la noche desde La Pampa, luego de que una manifestación por el niño asesinado terminara con un grupo de personas tratando de hacer justicia por mano propia y la Seccional Sexta vandalizada, con pintadas, roturas y hasta arrojaron una bomba molotov. Horas más tarde la violencia se trasladó al barrio Atuel, donde vivían las detenidas con la víctima.

Por el lado del Gobierno puntano, esta tarde confirmaron el traslado, argumentando que “La Pampa carece de un servicio penitenciario propio y para alojar a sus penados hace uso de instalaciones federales o de otras provincias, a partir de convenios celebrados previamente a tal fin”. En el caso de San Luis y La Pampa, se trata del Tratado del Caldén en junio de 2017.

El crimen
De acuerdo al periódico La Arena, el brutal episodio ocurrió la noche del 26 de noviembre, alrededor de las 21 e intervino personal de la Unidad Funciona de Género, Niñez y Adolescencia, y de la Seccional Primera. Según precisaron fuentes ligadas al expediente, la primera intervención se dio alrededor de las 21.15, cuando los efectivos fueron advertidos a través del 101 de un niño con supuestas convulsiones en el barrio Atuel.

Una de las mujeres acusadas lo llevó a la posta del barrio y cruzó hacia la sede de la Unidad Regional I, que se encuentra en la misma cuadra. Los vecinos de la zona, al ver que el niño estaba desvanecido, lo cargaron en un vehículo y lo llevaron rápidamente al hospital Evita.

Allí trabajó personal de la Agencia de Investigación Científica (AIC) y el ingreso estuvo fuertemente custodiado. También había una consigna policial sobre un Fiat Palio que estaba estacionado frente al nosocomio, el cual había sido utilizado por los vecinos para trasladar al niño al establecimiento, donde el personal médico constató allí la muerte. “El niño tiene signos de violencia grave”, relataron a La Arena.

Fuentes judiciales explicaron a La Arena que Espósito Valenti, la madre del niño, fue acusada de “homicidio calificado por el vínculo”, mientras que a Páez se le imputó “homicidio simple”. Como medida de coerción, la Fiscalía solicitó la “prisión preventiva hasta la finalización del proceso”, lo que fue aceptado por el juez.

La actual imputación “no permite juicio abreviado”, según explicaron desde la Justicia. En el caso de homicidio simple la pena máxima es de 25 años, mientras que en el otro caso es de perpetua.