Edificio en Sarmiento y Rep. Del Líbano: la otra cara del conflicto

Un ciudadano interesado en la construcción del edificio refuta los argumentos de los vecinos de la zona que se oponen a la obra.

Ayer, Osvaldo Oyhamburu envió un mail a la Redacción de La Gaceta, solicitando que se publiquen sus refutaciones a los argumentos de los vecinos de Sarmiento y República del Líbano, quienes se oponen a la construcción de un edificio de 9 pisos en dicha zona residencial. Recordemos que, hace unos días, la Justicia dio lugar a una medida cautelar que ordena la detención momentánea de la obra.

Las refutaciones de Oyahmburu, esposo de una de las mujeres que le vendió el terreno en cuestión a la constructora Premoldeados San Luis, están particularmente dirigidas a las declaraciones que hizo una vecina de la zona en un programa de una FM local, quien argumentó que se ha presentado una excepción al Código Urbanístico, que los servicios públicos no son suficientes y se empeorarán con la instalación de un edificio, y, finalmente, que la construcción presenta una alta y perjudicial polución ambiental (ruidos, vibraciones, polvo).

Por otro lado, cabe destacar que los vecinos de la zona han conformado una comisión barrial y ha enviado un petitorio de audiencia al intendente de la ciudad, Enrique Ponce.

A continuación, reproducimos el mail de Oyahmburu en su totalidad:

“La excepción al Código Urbanístico es una potestad del Honorable Concejo Deliberante, en función de que el código en vigencia no se ha actualizado en décadas. Se promulgó en momentos de su en que la ciudad estaba limitada a las cuatro avenidas, y en pocos años la ciudad ha evolucionado considerablemente.

Es lógico presuponer que el Honorable Concejo Deliberante, ha realizado una detallada evaluación antes de otorgar la excepción basadas en el interés común, en el de la ciudad como un todo y no en función de intereses particulares de vecinos colindantes o próximos. Es lógico presuponer que han analizado la evolución de la ciudad y del desarrollo que ha tenido particularmente en las avenidas de entrada y salida de la ciudad, y en particular el de la Avenida Republica del Libano, que constituye una de las principales vías de comunicación con Juana Coslay, el Potrero, Trapiche , etc.

Por un lado María Del Carmen Anzulovich manifestaba que es una zona residencial, y por el otro se quejaba del tránsito de las dos avenidas. La zona ha crecido y ya en los hechos, por lo menos en las dos avenidas mencionadas, ya no puede ser considerada como zona residencial.

¿Por qué los vecinos no se han ocupado antes de las excepciones que se han presentado en el barrio? Será por qué no le hicieron ruido durante la obra, por qué no le hicieron sombra o por qué estaba más allá de sus narices.

El segundo argumento son los problemas con los servicios públicos. Mencionó el gas, y no sabe que hay un caño troncal que fluye por Avenida República del Líbano. Me parece que les falta asesoramiento, y también me parece extraño que mucha gente instruida se haga eco del mismo reclamo.

Los vecinos presuponen una ignorancia y una falta de planificación en las empresas de servicio y en la gestión de control Municipal, y el mismo problema se tendría en cualquier área de la ciudad; ergo con este argumento no se podría construir otro edificio en la ciudad de San Luis, hasta que las empresas de servicios informen, expliquen y tengan la aprobación de todos los vecinos, sus abogados y los jueces de sus planes de servicio y expansión.

Si los vecinos consideran que la situación de los servicios es deficiente tendrían que estar presentando los reclamos correspondientes
en cada entidad

El tercer argumento es la polución, el ruido que genera la obra, los camiones. ¿Cuántos edificios hay en San Luis? ¿Cómo se hicieron los mismos? ¿Los vecinos presentaron amparo para que no se construyan?

Toda obra genera polución, ruidos, vibraciones, polvo, etc, pero no por eso vamos a tratar de impedirlas

Creo que los ediles al autorizar la excepción habrán realizado una serie de consideraciones, y habrán preponderado ante todo el bien común, el bien de la ciudad.

La construcción es uno de los motores del crecimiento de la economía. Sería bueno que nos hiciéramos las siguientes preguntas: ¿Cuánto trabajo implicará para un grupo de personas de San Luis la construcción de un edificio, por más de un año? ¿Cuánto movimiento económico implicaría para la ciudad y para la provincia? ¿Cuántos materiales serian desarrollados en la provincia? ¿Cuánto en impuestos por la obra, y después por las propiedades quedarían en la provincia? ¿Cómo mejoraría el barrio la construcción del edificio con las amplias veredas proyectadas, los locales comerciales en planta baja? ¿Cómo incrementarían sus ventas los comerciantes de la zona?

Los vecinos lindantes también con el tiempo se verán favorecidos con estas mejoras, también van a ver valuados sus terrenos, no ya como vivienda familiar, sino para otros edificios y/o comercios.

¿Los vecinos están dispuestos a comprar el terreno y destinarlo a lo que quieren? ¿ Están dispuesto a poner garantías propietarias para afrontar el lucro cesante por la paralización de la obra que se hizo siguiendo todos los procesos y que cuenta con todas sus habilitaciones? Es muy fácil litigar con la plata del otro

Bueno, espero que esto se solucione pronto, y que a este tipo de emprendimientos se los impulse, se los aliente en lugar de condenarlos por intereses mezquinos”.

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