Almorzó junto a ellos en Terrazas del Portezuelo.

Este jueves, el gobernador de la Provincia, Alberto Rodríguez Saá, almorzó en Terrazas del Portezuelo con los refugiados sirios que huyeron de la guerra de su país y eligieron San Luis para forjar una nueva vida. Durante la cita le dieron la bienvenida a George, Georgina, Edmond y Marita, la familia que llegó ayer a la provincia luego de haberse refugiado en Córdoba, donde no pudieron adaptarse, por lo que decidieron acogerse al Corredor Humanitario sanluiseño.

Del encuentro de esta mañana, también participaron la coordinadora del Comité de Refugiados San Luis, Liliana Scheines, y el sacerdote ortodoxo Felipe Isaac, párroco de la iglesia San Jorge, donde cobijó a George, Georgina, Edmond y Marita antes de su llegada a la capital puntana.

Alberto saludó uno por uno a los refugiados sirios y entre abrazos y risas, con intérprete de por medio, charlaron sobre su adaptación a la vida sanluiseña y sobre el rendimiento de los chicos en la escuela generativa “Corazón Victoria”, donde toman clases y aprenden castellano.

Ya en la mesa, pero antes de probar la carne con ensalada, Jouni (de 16 años) pidió silencio, se puso de pie y en perfecto castellano saludó al mandatario puntano. “Alberto quiero darle las gracias por todo que hace por nosotros. Muchas gracias”, dijo el joven.

En medio de la comida, con la ayuda de la traductora, Alberto se dirigió a la nueva familia siria que llegó a la provincia. “Estamos felices de que estén con nosotros. Son muy bienvenidos. Sus sonrisas nos hacen muy bien. Sólo les pido que pierdan el miedo y recuperen la libertad. Estamos muy felices de que los chicos vayan a la escuela. Les deseo lo mejor”, expresó el gobernador.

Antes del postre, el sacerdote, Felipe Isaac, agradeció “al país, Argentina, por abrirle las puertas a los refugiados sirios y especialmente a San Luis y al gobernador Rodríguez Saá por abrazarnos como lo hizo recién y abrirnos la puerta de su casa. Fue muy emocionante. Somos hermanos. También, darle las gracias a Liliana (Scheines) por todo su trabajo. Que Dios lo bendiga gobernador y le dé mucho más”, remarcó el religioso.

Tras la comida y los saludos, los chicos sirios salieron afuera del buffet y jugaron en la Plaza Cívica de Terrazas del Portezuelo.