Con un polémico por penal y una delicia de Viturro, el “Verde” se quedó con el superclásico puntano.
Ayer se jugó el clásico entre Estudiantes y Juventud en el estadio Juan Gilberto Funes, luego de las idas y vueltas entre los dirigentes, por el tema de la seguridad y por las entradas, que provocó que el encuentro se postergara del domingo al lunes. Luego de la advertencia del gobernador, Claudio Poggi, quien avisó que si el clásico se jugaba a puertas cerradas el Gobierno le quitaría el auspicio económico a ambos clubes, el partido finalmente se jugó con ambas hinchadas, como tiene que ser y demostrando que se puede jugar con público visitante.
El encuentro correspondía a la 8º fecha del Torneo Federal “A” de la AFA y ambos equipos venían como punteros de la zona 2, logrando posicionarse como candidatos serios a conseguir el ascenso a la Segunda División del Fútbol Argentino. A la rivalidad histórica hay que sumarle este condimento, el ganador conseguía adueñarse de la punta de la tabla.
El primer tiempo encontró a un Juventud sólido que se hizo de la pelota y logró crear situaciones claras. A los 20 minutos del PT, el goleador de Estudiantes el “Ogro” Núñez debía salir por una lesión y sus compañeros encargados de generar juego no lograban imponerse en la cancha.
Williams Peralta era, sin dudas, el jugador que más preocupaba a Estudiantes e incluso un remate suyo, de un tiro libre, dio en el travesaño al término del primer tiempo. A esa altura, el arquero del “local” era el responsable del 0-0, ante cada situación de peligro demostraba seguridad y rapidez en las salidas. Lo poco que esbozó el “Verde” en ataque en ese primer tiempo estuvo a cargo de la claridad de Sergio Viturro y de las subidas fugaces por izquierda de Daniel Garro, sin poder hacerse dominador del juego como lo ha hecho en partidos anteriores.
A los 9 minutos del Segundo Tiempo, tras un centro desde la izquierda, el árbitro ve un agarrón de Labaké en el área de Juventud y cobra, increíblemente, penal para Estudiantes. Viturro pide la pelota confiado, acomoda, patea, Aguiar se tira al otro palo y es el 1-0 para el festejo de los hinchas albiverdes que habían copado la popular local.
Para colmo, 5 minutos después es expulsado en Juventud, por doble amarilla, Labake. Sin embargo, con uno menos complicó más de lo pensado a Estudiantes que se defendía cada vez más cerca de Brasca y apostaba a una contra intensificando las subidas de Garro y de Vallejo, por izquierda y derecha respectivamente, conducidos por Viturro que, por momentos, lograba manejar el ritmo y era el más preciso con la pelota.
El ingreso de Marcos Fernandez en Juventud termina de inclinar la balanza y el empate parecía lo más próximo, con remates contenidos por Brasca y una pelota que da en la parte baja de un palo.
Sin embargo, a los 45 minutos un despeje de Estudiantes encuentra a Viturro ganándole la posición al último hombre “auriazul” y llevándose la pelota de cara al arco rival. Aguiar sale del área chica y el creativo del “Verde”, con toda la confianza y guapeza necesaria, termina picándosela al arquero y convirtiendo el gol de la fecha. De esa manera, el partido llegó a su 2 a 0 definitivo, a favor de Estudiantes.
La gran figura del clásico fue este jugador, Sergio Viturro, que lógicamente usa la 10, hizo jugar a su equipo y manejó con claridad los tiempos siempre que la pelota le llegó. Además, le puso un moño al clásico puntano cerrándolo con una delicia que no abunda en este tipo de partidos.
Así Estudiantes hoy es el único puntero de la Zona 2 del Torneo Federal de AFA, con 19 puntos. Juventud quedó segundo con 16 y es seguido por Unión de Villa Krause con 14.