El secretario de Obras Públicas de la Municipalidad habló sobre los problemas estructurales de los monoblocks del barrio ATE III.

“Existe el peligro de que colapse toda la estructura”, dijo Ramón Zarrabeitia, secretario de Obras Públicas, Planeamiento y Desarrollo Urbano, luego de visitar los monoblocks del barrio ATE III que evidencian graves problemas estructurales. Según la Municipalidad, los vecinos del edificio acercaron primero el problema al Gobierno provincial, pero no encontraron respuesta alguna.

“El edificio tiene un asentamiento diferencial, es decir, una parte de su estructura está apoyada en un nivel más bajo que el resto, lo que genera una tensión que puede derivar en la ruptura y el colapso de todo el edificio. Las cisternas de agua construidas debajo de los monoblocks han perdido agua, la cual ha ido socavando y compactando el terreno. Esta anómala situación genera que la estructura ceda y derive en la rasgadura y agrietamiento de las paredes, la falsa escuadra en las aberturas, el quiebre y la pérdida de los cerámicos y otros importantes y peligrosos inconvenientes”, explicaron desde la Municipalidad.

“Si la estructura está sana, se puede volver a ocupar haciendo las reparaciones correspondientes. Pero si la estructura está dañada hay que derrumbar el edificio”, opinó Zarrabeitia.

La Municipalidad elevará el informe técnico que está realizando al Gobierno de la Provincia, que es quien mantiene el 50% de propiedad sobre el edificio. El Gobierno, como constructor, es el responsable y debe realizar las reparaciones que correspondan, aseguran desde el municipio.

El Municipio continuará realizando las reparaciones que correspondan. Si continúa el asentamiento diferencial y la situación se transforma en alarmante, como está sucediendo, tendrán que evacuarse las familias allí residentes.

Una historia que se repite
No es la primera vez que los vecinos del ATE III sufren los defectos de la construcción en su barrio. Un vecino de uno de los primeros departamentos entregados corroboró que su monoblock llegó a presentar aberturas y grietas de hasta 5 centímetros de espesor. “Podía verse la calle Aristóbulo tranquilamente desde dentro de casa”, comenta Raimundo con énfasis.

En aquellos años, el Gobierno evacuó a las familias residentes en los departamentos y les alquiló viviendas por más de un año, mientras realizaba las reparaciones.

En el caso actual, les habrían respondido que el Gobierno decidió no intervenir porque las viviendas no están en tiempo de garantía. Un tecnicismo que en nada soluciona los problemas concretos que tienen los vecinos del ATE III.