“El libro con esos gráficos pueden crear tendencias que antes no existía en la mente de un adolescente. Me pareció sumamente pornográfico pero no es una doble moral, simplemente me pareció para un adolescente de suma gravedad”, fue la conclusión a la que llegó la fiscal tras leer el libro.

La fiscal dijo que pide la declaración informativa García Hermelo para saber si está habilitada como docente porque tiene entendido que es periodista, si tiene el título de pedagoga o un posgrado en formación docente. García Hermelo es licenciada en comunicación social y fue habilitada por el área del Ministerio de Educación para dictar clases.

Además, la fiscal quiere indagar si el polémico libro está avalado para ser dictado en clase por el Ministerio de Educación.

“Advierto acá conductas que rayana con conductas típicas que están contempladas específicamente en el Código Penal como corrupción de menores respectos a ciertas frases. Acá no se trata de polemizar lo que son actos de adultos entre cuatro paredes y lecturas obligatorias que se les dan a menores de edad cuando dicen frases como ‘hacer el amor, fumando marihuana es mucho mejor’. Eso no se puede hacer de ninguna manera como educadora para desarrollar al chico porque al chico hay que desarrollarlo con valores, con principios. La prevalencia es del interés del niño porque no sabe lo que es bueno y lo que es malo, por eso, llegan a esas perturbaciones de tendencia o conducta desviada. Esto es una apología de alabanza a la corrupción de menores”, expresó Fernández de Vargas.

Este medio le preguntó a la fiscal en qué se basó para concluir en el dictamen “que la temática del libro es suficiente para conducir y depravar al educando”. Fernández de Vargas contestó que “esta afirmación se basa específicamente en los datos de cómo vienen involucradas alabanzas diciendo ‘qué bárbaro leer este libro, la relación de un profesor con una alumna, qué posición toma, cómo deben satisfacerse los alumnos a los compañeros`”.

Más allá de las afirmaciones sin sustento científico que hizo la fiscal sobre el libro, piensa que Hay Una Chica en Mi Sopa, podría provocar en un el chico que “puede tener tendencias o inclinaciones pueden exacerbar todo lo que contiene ese libro, lo cual es harto, ostensible, manifiestamente corrupto”.