Juventud no pudo ascender a la Primera B nacional

El conjunto puntano perdió 1 a 0 y de esta manera los misioneros de Guaraní Antonio Franco se quedaron con el ascenso a la Primera “B” Nacional.

Guaraní Antonio Franco, de Misiones, terminó con el sueño de Juventud Unida Universitario de ascender a la Primera “B” Nacional al vencerlo ayer a la noche, en Posadas, por 1 a 0 y de esta manera aprovechar la “ventaja deportiva” que le significó al equipo local llegar a la segunda categoría del fútbol argentino, al jugarse la segunda final del Argentino “A” de AFA.

El equipo de San Luis había ganado el partido de ida por 2 a 1 en la capital puntana. Al perder ayer por 1 a 0, la serie quedó empatada en puntos y en goles, pero, por haber terminado mejor en la tabla general, el conjunto misionero consiguió de esta manera el ansiado ascenso.

Ante 12 mil personas, Guaraní aprovechó todo lo que tuvo y gracias a una gran tarea de su arquero, Federico Cosentino, y a saber aprovechar las situaciones de gol que tuvo, pudo edificar una victoria trabajosa y muy sufrida, ya que Juventud tuvo varias situaciones de gol para marcar a lo largo de los 96 minutos que duró el partido.

Empujado por su gente y aguantando en momentos claves, el “Franjeado” logró sostener el resultado que se abrió a los 40 de la primera etapa, a través de un tanto conseguido por el defensor Tobías Albarracín, quien capitalizó un centro al segundo palo de cabeza y, entrando a la carrera por la izquierda, pudo derrotar a Laureano Tombolini con un remate bajo y cruzado.

La ventaja era excesiva para el local, puesto que en el balance general de la primera etapa no había hecho mucho más que Juventud e incluso en varios pasajes se vio superado por el elenco puntano, mientras que en otros la pelota estuvo lejos del arco y transitando en demasía por la mitad de la cancha.

Con el gol misionero, casi fuera de contexto para la primera etapa, la segunda mitad fue casi toda del “Juve” que arrinconó de todas las maneras posibles a un elenco local que chocaba contra su propia impericia para salir de atrás y con muy pocas ideas para “liquidar” el partido.

Así, Juventud cobró todo el protagonismo y literalmente probó todas las formas posibles para llegar al empate, pero se encontró con un sólido arquero –figura excluyente de los dos partidos- y con la mala puntería de sus jugadores para igualar el cotejo.

El equipo puntano buscó con mucha hidalguía y garra pero el empate no llegó nunca. Así creció el ensordecedor aliento de su gente y el final fue a pura fiesta para el local, la cual se coronó con fuegos artificiales de todos los calibres y con más de media ciudad celebrando la llegada de su segundo equipo a la “B” Nacional.

Ahora Guaraní tendrá su clásico con el otro elenco de la ciudad: Crucero del Norte, mientras Juventud intentará, en los meses que se avecinan, tener revancha y cristalizar el sueño que hoy se le fue de las manos solamente por esas cosas que tiene el fútbol y que muchas veces no se entienden. Juventud mereció más pero la fortuna no estuvo de su lado y en el balance final, se llevó la clasificación el equipo que menos intentó jugar al fútbol.

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