La Cámara de Diputados aprobó las adhesiones a las leyes “Justina” y “Brisa”

GE

Esta mañana, la Cámara de Diputados aprobó la adhesión a dos importantes leyes nacionales: la llamada “Ley Justina”, que establece que toda persona es donante de órganos, salvo que expresamente manifieste lo contrario; y también la más conocida como “Ley Brisa”, la cual fija una reparación histórica para todos aquellos menores de 21 años cuyas madres fueron asesinadas por su progenitor.

La llamada “Ley Justina” fue inspirada en el caso de Justina Lo Cane, una menor de 12 años que murió en noviembre de 2017, en la Fundación Favaloro mientras aguardaba un trasplante de corazón. Esta ley establece que todas las personas son donantes, salvo que en vida hayan expresado lo contrario, y habilita la ablación de órganos y/o tejidos de toda persona capaz mayor de 18 años que no haya dejado constancia expresa de su negativa.

Sobre este proyecto expusieron los legisladores Alejandro Cacace y Varónica Causi, ya que ambos presentaron proyectos de adhesión a esta ley nacional. “Los ciudadanos deben tener la libertad de poder decidir, deben tener la autonomía de la voluntad y que sea respetada como base de nuestro sistema constitucional. Pero muchas veces, a las personas si no se les da un marco de cómo pueden optar o entre qué opciones elegir, no siempre se hace la conducta que es más beneficiosa para el largo plazo”, dijo Cacace, quien ofreció como ejemplo cómo se configuran las leyes de seguridad social.

“Si no forzáramos desde el Estado a que hubiera un ahorro, que es necesario para cada uno cuando llega al final de sus días, muchas personas optarían por no ahorrar nada y llegarían al final de sus vidas sin jubilación. Por eso establecemos un sistema donde hacemos una contribución forzosa para que puedan contar con esos recursos, pensando siempre en el largo plazo”, dijo el legislador.

“La experiencia muestra que cuando tenemos leyes que requieren el consentimiento explícito para poder donar, son muy pocos los que van y se toman el trabajo de inscribirse. Y así mismo, muestra la experiencia que cuando uno establece un sistema de voluntad presunta, también son muy pocos los que van y se toman el trabajo de ir y negarse a ser donantes”, continuó Cacace.

“La norma fortaleció el sistema de procuración y agilizó y simplificó los procesos de donación y trasplante, permitiendo que en 2018 se superara la marca histórica de donantes y trasplantes de órganos en el país”, dijo Cacace, remarcando que desde que se aprobó la Ley Justina se realizaron 886 procesos de donación, que permitieron que 1.958 pacientas reciban un transplante.

Por su parte, Varónica Causi señaló que esta ley nacional fue autoría del senador por La Pampa Juan Carlos Marino. “Como dijo Mascherano, ‘cada uno de nosotros puede salvar 7 vidas, cada uno de nosotros puede ser un héroe con esta ley’. Justina pudo entender con sus 12 años cuáles eran los errores que había en el sistema de la lista de espera de transplante y le pidió a sus padres que siguieran con la lucha y que a nadie más le pase lo que a ella le pasó”, dijo la legisladora del departamento Pedernera.

“Es un camino que cambia un paradigma y salva miles de vidas. Es una historia triste que se transforma en miles de oportunidades. Desde lo personal me toca muy de cerca, porque tengo una familiar directa, a quien amo mucho, y está en ese listado de miles de personas esperando un transplante y una nueva oportunidad para rehacer su vida”, dijo, por su parte, el diputado Juan Pablo Funes Bianchi en el cierre del debate, antes de que el proyecto fuera aprobado por unanimidad, obteniendo así media sanción y pasando al Senado para su aprobación definitiva.

Luego vino el debate de la adhesión a la “Ley Brisa”, la cual tuvo su origen en trágico caso de Brisa Barrionuevo, cuya madre fue asesinada por su padre, quien ahora está preso por el crimen. Esta ley consiste en una reparación mensual para niños y niñas cuyo padre o madre (o progenitor afín) haya sido procesados o condenados por el homicidio contra su otro padre o madre o progenitor afín. Esta reparación es equivalente a una asignación universal por hijo y se ajusta por la inflación que indica el INDEC. Hasta los 18 años, la suma la reciben los representantes legales que le sean asignados (que nunca puede ser el homicida) al niño o niña. Luego, entre los 18 y los 21, es el niño o niña quien directamente lo cobra.

“Es una ley que, sobretodo, protege, porque no debemos olvidarnos que cada víctima de femicidio de alguno de sus progenitores en manos del otro, estos niños quedan huérfanos y no tienen protección”, remarcó la diputada Causi, quien fue la autora de uno de los proyectos de adhesión a esta ley nacional.

Por su parte, Alejandro Cacace señaló que “entre 2008 y 2018 hemos tenido 2.678 femicidios, con 3.378 hijos e hijas que quedaron sin madre, de los cuales, 2.161, que es más del 66%, son menores de edad”.

Por último, Funes Bianchi, que es presidente de la comisión de Asuntos Constitucionales donde se trataron estos proyectos, señaló que la “Ley Brisa ya está aplicandose a nivel nacional y esta adhesión ayuda a visualizar el tema”.

Al igual que la adhesión a la “Ley Justina”, esta adhesión fue aprobada por unanimidad y pasó al Senado para obtener la media sanción restante.

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