Adriana Álvarez vivía en Mendoza cuando fue convocada por el Gobierno para trabajar en el Hospital San Luis porque es especialista en terapia intensiva de adultos. Empezó a trabajar en noviembre de 2011 pero en marzo de este año fue despedida “ilegalmente y sin causales”, según la profesional, porque le hicieron “una cama”. Luego ser desalojada de la casa que alquilaba junto a su hijo y madre, vivieron en una carpa y después en un galpón.

“No pude sostener la situación económica. Me desalojan en forma violenta y en septiembre estuve 11 días en una carpa. Una señora, solidariamente, me ofreció el galpón de su casa para estar hasta que yo pudiera solucionar algo. La mujer viaja a Córdoba y llega en el día de ayer (por el miércoles) y no quiere que esté más. Me quedé acá con mis cosas fuera en la calle”, relató Adriana.

La familia de Adriana subsiste con la jubilación de su madre, algunos pacientes que llamaron a la médica y ayuda de la gente.
“A este nivel de humillación he llegado”, expresó la profesional con angustia en su voz.

“Ya no quiero estar más en esta provincia. Lo único que pido es la solidaridad de alguien que viaje a Mendoza en camión para cargar todas mis cosas e irme. No quiero volver nunca más a San Luis”, concluyó Adriana.