“No descartamos iniciar acciones judiciales en lo penal”, dijo subsecretario de Control Comunal y Planificación Operativa.
El Cuerpo Único de Inspectores detectó, el pasado sábado, la venta en varias carnicerías de la ciudad de carne en parte proveniente de las 76 medias reses que, el viernes 15 de agosto, Bromatología Municipal intervino, debido a la falta de la documentación exigida por el Código Alimentario Argentino para el transporte de animales faenados. El Cuerpo de Inspectores inició la pesquisa a raíz de a una orden expresa del Intendente, quien instruyó a la Secretaría Legal y Técnica para que determinara el destino de las 76 medias reses desaparecidas de la cámara frigorífica situada en la calle Estancia Grande 2380.
Luis Alberto Sosa es el propietario de la cámara frigorífica sospechada de vender las medias reses que debía custodiar luego de que la mercadería fuera allí depositada, ya que Bromatología no dispone de cámaras de frío y ese era el destino previsto por los transportistas que trasladaron las medias reses desde Concarán a San Luis. “Cuando Bromatología interviene la carne por falta de documentación, la misma sigue su tránsito natural hasta la cámara de Sosa y hasta tanto el juez de Faltas determine el destino final de la mercadería. Lo que Sosa debía hacer era esperar la determinación del Juez y mientras tanto asegurarse de que la carne no perdiera la cadena de frío correspondiente”, dijo Juan Sánchez, director de Bromatología. Cabe aclarar que, inicialmente, desde la Municipalidad se había dicho que el dueño de la cámara frigorífica era una persona de apellido Godoy.
“En el marco de la investigación que ordenó el intendente Ponce, hoy sábado encontramos varias carnicerías en donde el señor Luis Alberto Sosa ha vendido parte de la carne que él mismo había denunciado como desaparecida. Una de las carnicerías que compró parte de esta carne está situada en el barrio Eva Perón, otra en avenida Justo Daract y una tercera en el centro de la Ciudad, en las cercanías de avenida España. En todos los casos, los comprobantes de venta no cuentan en el sellado provisto por Bromatología Municipal y los comerciantes aseguran que Sosa, personalmente, les vendió la carne”, dijo el subsecretario de Control Comunal y Planificación Operativa, Ricardo Bazla.
“Da la impresión que Sosa se confió en que la Municipalidad nada haría durante el fin de semana, por eso no dudó en salir el sábado en la mañana a vender la carne en carnicerías de la zona norte de la ciudad. Seguramente no imaginó que el mismo sábado, durante todo el día, íbamos a continuar con las inspecciones que empezamos a hacer la semana pasada por orden del Intendente”, aseguró el funcionario.
“El Cuerpo Único de Inspectores Municipales detectó que al menos Sosa efectuó siete ventas de la carne intervenida, con el agravante de que en un comercio del barrio Eva Perón un carnicero nos aseguró que Sosa lo presionó para que le comprara carne proveniente del frigorífico San Agustín, que es la misma que intervinimos. El comerciante textualmente nos aseguró que fue condicionado a comprar media res del frigorífico San Agustín y media res del frigorífico Cardinalli y esto consta en el acta que nuestros inspectores han labrado, la cual lleva la firma del comerciante que hizo la denuncia. Es más, Sosa le habría dicho ‘te vendo una carne clara si me comprás la carne oscura’, en referencia a las medias reses que tenía bajo su custodia desde el 15 de agosto”, continuó Bazla.
“El trabajo de nuestros inspectores permitió detectar estas maniobras, sobre las que ya existen denuncias policiales y no descartamos iniciar acciones judiciales en lo penal porque se pretendió desconocer el poder de policía municipal, vulnerar sus controles y beneficiarse con la venta de carne que no reunía los requisitos
administrativos que exige la ley”, concluyó el funcionario municipal.