La Municipalidad presentó el proyecto para adherir a la Ley de Lemas provincial

Este jueves tomó estado legislativo el proyecto enviado por el Poder Ejecutivo municipal para adherir a la Ley de Lemas provincial, recientemente aprobada por la Legislatura.

El articulado del proyecto es bastante escueto, ya que, justamente, se trata de una adhesión, la cual en este caso se aplicaría a las categorías “de Intendente/a y Concejales/as de la ciudad de San Luis”.

A su vez, el artículo 2 destaca que “el Poder Ejecutivo Municipal deberá explicitar la modalidad de votación que se adoptará, en el decreto de convocatoria pertinente, pudiendo corresponderse con la que se determine a nivel provincial”. Esto se debe a que las lemas no pasan a ser la única opción, sino una de varias, que el Ejecutivo puede decidir aplicar o no.

Por último, el artículo 3 faculta al “Poder Ejecutivo Municipal a dictar las normas reglamentarias pertinentes a los efectos de la aplicación de la presente Ordenanza”; mientras que el 4 es el ya clásico “comuníquese, promúlguese, publíquese, ARCHIVESE”.

En cuanto a los fundamentos, los argumentos son similares a los que usó el oficialismo para la aprobación de ley provincial. En principio, se destaca el fracaso que fueron las PAS (primarias abiertas y simultáneas). “El sistema no habría servido a la finalidad con la que fue creada, esto es: que los partidos seleccionen a sus candidatos/as con la participación de toda la ciudadanía. Del mismo modo, se refleja en dichos fundamentos que las PAS habrían operado como obstáculo para algunas fuerzas políticas, dado que para participar en las elecciones generales se exige un mínimo total de votos válidamente emitidos del uno y medio por ciento (1,5%)”, rezan los fundamentos del proyecto.

En segundo lugar, los fundamentos se refieren a que el sistema supone una “mayor participación político de la ciudadanía”, logrando además “un fortalecimiento de los partidos políticos mediante la mayor actividad lograda por la posibilidad de dirimir internas en el momento de la elección general, con requisitos que hacen accesible dicha participación para quienes se nuclean bajo las instituciones fundamentales de la democracia”.

“Que finalmente debe considerarse que los sistema y modalidades electoral cambian a lo largo del tiempo, atento a las experiencias de los pueblos y sus instituciones, como a las circunstancias y particularidades de cada época, por lo cual los propios partidos políticos y los Estados deben realizar el máximo esfuerzo por interpretar las necesidades de la ciudadanía y ofrecer las alternativas que mejor las satisfagan, en un marco constitucional y convencional, que garantice el permanente fortalecimiento del pacto democrático, el gobierno del pueblo a través de sus representantes libremente electos y el desarrollo de la vida ciudadana en libertad con justicia social”, reza uno de los últimos párrafos del proyecto.

¿Por qué es tan polémico el sistema de lemas?
La polémica radica en que puede darse una situación en la que el sublema (que es el nombre que llevan las listas) más votado no resulte ganador. Supongamos que el Partido Justicialista se presenta como un “lema” y tiene como “sublemas” a Fuerza San Luis y Frente de Todos. Compite contra el lema Juntos por el Cambio, integrado por los sublemas Unidos por San Luis y la UCR. El lema partido Justicialista saca 100 votos, divididos en 60 para Fuerza San Luis y 40 para el Frente de Todos. Por su parte, el lema Junto por el Cambio obtiene 80 votos, a razón de 70 para el sublema Unidos por San Luis y 10 para la UCR.

En el ejemplo, gana la elección el lema Partido Justicialista por ser el lema más votado y Fuerza San Luis porque es el sublema con más votos dentro del lema ganador. Por su parte, el sublema Unidos por San Luis fue el que más votos tuvo, pero pierde la elección porque su lema obtuvo menos votos que el otro.

Asimismo, también puede darse la situación donde el sublema más votado está dentro del lema más votado, lo cual no genera ningún tipo de polémica.

¿Tiene chances de ser aprobado?
Debido a la licencia de la concejala Paulina Calderón, el Concejo Deliberante actualmente tiene 14 legisladores, por lo que se necesitan 8 votos para aprobar un proyecto por mayoría simple. 7 concejales pertenecen al oficialismo, 3 a Unidos por San Luis y luego hay 4 bloques unipersonales. Uno de estos bloques unipersonales es el de Carlos Ponce, quien entró como concejal cuando su hermano Enrique era intendente y de a poco ha ido pasándose al oficialismo municipal, no solo apoyando con su voto a todos los proyectos que son enviados desde el Poder Ejecutivo, sino también asistiendo a todos los actos de la gestión de Sergio Tamayo.

Por ende, el oficialismo tiene los 8 votos necesarios para la aprobación de este proyecto. En caso de que Ponce no acompañe con su voto, lo cual es muy poco probable, y se produzca un empate, el desempate quedará en manos del presidente del Concejo, quien actualmente es el oficialista Gastón Témoli.