Cada facultad elegirá que sistema implementará.
Tras un debate de más de cuatro horas, ayer el Concejo Superior de la Universidad Nacional de San Luis aprobó, con un 66% de los votos, que fueron nominales, la implementación de un sistema biométrico para el registro del ingreso y egreso del personal docente de la institución.
Luego de la aprobación en términos generales, el proyecto fue tratado artículo por artículo. El rector de la UNSL, Dr. Félix Nieto Quintas, argumentó que con estas acciones se generan condiciones que dan respuesta a interrogantes sobre en qué invierte sus fondos la Universidad, recordando que la mayor parte del presupuesto de la Casa de Estudios se destina al pago de salarios. “Contar con un control que dé cuenta del registro de asistencia docente me parece que es un paso superador en el vínculo con la comunidad en dar cuenta de lo que hacemos”, dijo.
Esta iniciativa se presentó en 2016 a raíz de la instrumentación que llevaban adelante las facultades de la sede Villa Mercedes, donde los docentes firman el ingreso a los edificios en los cuales dictan clases. El proyecto fue presentado al Consejo Superior y luego girado a las distintas facultades.
El secretario General de la UNSL, Mg. Jorge Olguín, expresó que el registro se podrá realizar bajo diversas modalidades. Las Unidades Académicas que han expresado su voluntad de hacerlo a través de sistema de control electrónico, podrán implementarlo inmediatamente utilizando medios biométricos, tarjetas de proximidad o código personal. El resto de las facultades tendrán un plazo de 60 días corridos para proponer al Consejo Superior la metodología para controlar la efectiva prestación de servicios de sus docentes.
“El sistema está pensado fundamentalmente para proteger el eslabón más débil de la cadena de enseñanza-aprendizaje: el alumno”, dijo Olguín y agregó que solo se controlarán las actividades de los docentes que tiengan como objetivo la educación de los alumnos, refiriéndose a clases, evaluaciones y consultas, entre otras. “El sistema pretende que el alumno pueda encontrar al docente para tomar sus clases, que lo atienda para dar consultas, que lo evalúe cuando corresponda, que lo corrija con la celeridad necesaria, y así los alumnos puedan tener una trayectoria normal dentro de la Universidad”, aclaró.
Olguín también explicó que existe diferencia entre la cantidad de horas que se controlan en función de la dedicación del cargo. “Los exclusivos tendrán que registrar como mínimo 16 horas en 5 días a la semana; los semiexclusivos 10 horas en 3 días a la semana; y los simples 5 horas en 2 días a la semana”, sintetizó el funcionario.
A su vez, se determinó establecer 90 días, a partir de la implementación efectiva, en los cuales no se aplicaran sanciones a los fines de revisar el funcionamiento de los sistemas que cada Facultad lleve adelante.
Por último, Olguín explicó que en el caso de que se registren inasistencias en los lugares de trabajo se procederá a realizar descuentos de haberes. “Los docentes podrán emitir su descargo o justificación correspondiente, respetando sus derechos. Asimismo, los Consejos Directivos podrán otorgar excepciones en casos fundados. El registro de la presencia física del docente en la institución es una condición necesaria para el control de gestión de la docencia, cuya profundización se reclama en estos momentos”, concluyó.
Cabe destacar que el proyecto no solo incluye a los docentes de las ocho facultades de la UNSL, sino también a los de la escuela normal “Juan Pascual Pringles”, donde actualmente se hace un control por fichado.