Caso Lara: “El punto de partida de la investigación es el entorno familiar”

“El punto de partida de la investigación es el entorno familiar”, dijo Soloa, quien destacó que Lara no iba a ninguna guardería ni tenía niñera. La niña vivía, en pleno centro puntano, con su papá, Franco Arancibia (22), su madre adolescente de 17 años, su abuela paterna y la pareja de ésta.

En dicho domicilio se realizó una inspección ocular “muy extensa con medidas periciales”. “Se están recepcionando testimonios y se ha requerido para el análisis todas las historias clínicas de la criatura”, dijo Soloa, quien agregó que las declaraciones de la madre fueron “relativas”, debido al “estado emocional” en que se encontraba.

Por su parte, Torres confirmó que revisó a la niña cuando todavía estaba con vida, ya que se estaba investigando el supuesto abuso sufrido. Al revisarla, el médico descubrió un “estallido del ano en 5 desgarros de gran tamaño”, con un sangrado “profuso hacia el exterior”. 

Antes de que Torres (foto) la revisara todavía “se estaba con el convencimiento de que era un cuadro respiratorio”, pero la situación ya era de “extrema gravedad”. Horas después, Lara tuvo un paro cardíaco del que fue resucitada con éxito, pero a los minutos sufrió un segundo del cual nunca volvió.

Por último, Torres defendió a los profesionales de la salud que están siendo sumamente criticados en algunos medios provinciales por no haber sido capaces de detectar el abuso sexual. “No había rastros notorios de maltrato”, dijo Torres, quien señaló que muchas veces los médicos se dedican a investigar lo que el adulto que lleva a un niño a ser revisado le indica.

Finalmente, la jueza Virginia Palacios no pudo ofrecer grandes detalles sobre el caso, aunque confirmó que se han ordenado medidas para obtener toda la información relacionada a la atención médica de la nena.

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