“No se podía en ningún momento anticiparse a nada, sino que había que tener capacidad de respuesta”

La semana pasada, La Gaceta mantuvo una entrevista exclusiva con el rector de la Universidad Nacional de San Luis, Víctor Moriñigo, durante la cual realizó un balance del año, tocando temas como las clases presenciales, los aportes de la institución a la lucha contra el Covid, el limitado aumento presupuestario para 2021 y la relación con el Gobierno Provincial, la cual es notoriamente más estrecha que la de gestiones anteriores.

Gestión en pandemia
“En febrero y marzo nos dimos cuenta de que se había roto toda la agenda pública que queríamos tener en este 2020, que ya venía complicado por la reconducción del presupuesto. Toda la administración pública nacional tuvo que repetir un presupuesto hacia el otro año. Eso ya nos había condicionado bastante y después cayó el masazo de esta pandemia inédita mundial. No se podía en ningún momento anticiparse a nada, sino que había que tener capacidad de respuesta”, dijo el rector.

Entre los puntos clave, destacó la capacidad de las distintas Secretarías Académicas para “anticiparse y generar las cuestiones administrativas para ir a la virtualidad, en una institución que no estaba claramente preparada para eso y aparte porque hay muchas disciplinas que no son propicias para la virtualidad, como Minería, Geología y Agronomía”. Otro punto fue la administración de los enormes edificios que la UNSL posee tanto en San Luis como en Villa Mercedes y Merlo, coordinado los pagos y el trabajo a distancia de unos mil empleados administrativos.

Moriñigo destacó además que todas las decisiones que se fueron tomando fueron “colegiadas” gracias al ininterrumpido funcionamiento del Consejo Superior de la UNSL. “Fue muy importante, porque la piedra a cargar estuvo en los hombros de 35 personas”, comentó.

“Lo más difícil fue que cada decisión que vos tomabas, te dabas cuenta de que no ibas a acertar a la totalidad de las expectativas de la gente. Había que entender que había alguna particularidad que iba a quedar afuera. Las personas que eran esenciales no querían serlo, las que no eran esenciales querían serlo. Muchos querían dar clases, otros no querían. Muchos querían venir, otros no querían venir”, recordó el rector.

La relación con el Gobierno
“En nuestra elección dijimos que íbamos a hacer esto. No fue un giro dentro de la gestión. Esto está pensado y es buscado, pero no porque seamos buenos, sino porque nos parece que es responsabilidad de la Universidad llevarse bien con los gobiernos nacional, provincial y municipal. Eso es algo que lo dice todo el mundo, pero lo cumplen muy pocos”, dijo el rector, destacando que en lugares como Mendoza, San Juan, Córdoba o La Rioja, solo por nombrar algunos, “no se da” esto de que la “universidad tiene que ser opositora”, que es lo que muchos esperan en San Luis.

“Hay un problema desde el ’83 hasta aquí, por distintas causas. Hay una anomalía en el puntano que no había sabido ver o entender que la suma del Gobierno más la universidad redunda en ventajas para la población de San Luis, al margen de si después de las ideologías, las rivalidades o posturas sobre temas pueden ser comunes o distintas”, reflexionó el rector, quien además manifestó que espera que la relación con el Gobierno continúe “de manera madura, como se viene dando, respetando las autonomías y que el día que no estemos de acuerdo, sea con respeto”.

“Esto de la pandemia nos ordenó, las diferencias hay que dejarlas por fuera y hay que estar en pos de la gente”, comentó el rector, quien repasó hechos como la colaboración en el operativo de vacunación, la producción de alcohol en gel durante los primeros meses de pandemia, la cesión de la app Trazar, o la metodología más efectiva para realizar los test de PCR que se desarrolló en la universidad.

Clases presenciales
“Fuimos la primera universidad que abrió sus puertas en el mes de agosto. Tuvimos el OK del Comité de Crisis y del ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta. Tuvimos que explicarlo muchas veces, ‘el profesor que quiera, la universidad lo va a recibir en práctica’. Este cuatrimestre ha sido muy exitoso en eso. Han venido a prácticas presenciales y si no han salido en los medios es porque ha sido más exitoso aún y nadie ha denunciado ni se han quejado. Tenemos un protocolo muy exigente”, fueron las palabras del rector con respecto a las clases presenciales, algo que en las escuelas del país prácticamente no se pudo lograr.

Una de las reflexiones más importantes del rector con respecto a este tema se refiere a la posibilidad de tener clases presenciales aún durante la pandemia. “Hemos aprendido este cuatrimestre que se puede hacer una cuestión adaptada e inteligente, de una virtualidad en la teoría, donde no se sufre demasiado, con una práctica en la universidad de manera estratégica. Me imagino que el primer semestre del año que viene va a ser igual en función del éxito que tengamos con la vacuna”, opinó Moriñigo. “Por ejemplo, en la facultad de Psicología, más del 90% se hizo de manera virtual y terminó virtual. Pero tenemos geólogos, mineros, bioquímicos, farmacéuticos, enfermeros, y agrónomos donde venir al laboratorio, vernos, ver la experiencia, caminar e ir al campo es vital. No se puede enseñar de otra manera”, agregó.

Aumento del 16% en el presupuesto 2021
Tras un año con más del 40% de inflación, el presupuesto de la UNSL para 2021 solo registra un 16% de aumento. Si bien es el segundo presupuesto más alto de la provincia, con $4.206.157.522, casi el 92% va destinado a salarios, lo que deja un margen muy pequeño para obras. “En este país, donde la inflación siempre le gana a los salarios, las universidades nos vemos un poco complicadas para sostener la inversión”, apreció el rector, señalando que “históricamente el presupuesto universitario fue insuficiente”.

“Hay que administrar de la mejor manera posible, hacer los esfuerzos, y sobre todo ir a ver otras ventanillas, como el Ministerio de Obras Públicas de la Nación. Ahora tenemos 200 millones de pesos que hemos licitado para el Bloque III de Química y estaríamos terminando ese edificio, que desde el 80 la universidad ha estado a los ponchazos tratando de terminarlo”, dijo Moriñigo, quien destacó también la firma, a mediados de diciembre, de un convenio con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación para la construcción de un laboratorio de diagnóstico moleculares, por 150.000 dólares. “Es un laboratorio que va a investigar sobre Covid y otras influenzas en animales, la tierra, el aire y el agua. Vamos a ser únicos en la Argentina”, sostuvo.

“Hay que tener un presupuesto para vivir, para invertir, para garantizar y otro para ir a buscar el desarrollo y el crecimiento”, concluyó el rector, no sin antes adelantar obras como 3 laboratorios en la Facultad de Salud, inversiones en el IV Bloque y nuevas aulas en Villa Mercedes.

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