Dijo el abogado que representa a los policías que reclaman en toda la provincia. Tras la traición del Gobierno, que les prometió negociar para luego despedir 51 efectivos, volvieron a levantar su carpa de la dignidad.
Ayer, los policías de San Luis Capital levantaron nuevamente su carpa de la dignidad, luego de que el Gobierno traicionara la negociación que se acordó el viernes pasado, previo a las elecciones, despidiendo a más de 50 efectivos policiales.
Según comentó el abogado Alejandro Miranda, los despidos se han producido principalmente en Villa Mercedes y Concarán, donde los policías se acuartelaron. De igual manera, alrededor de 5 efectivos de la Capital, donde no se tomó ninguna comisaría o unidad regional, ayer fueron notificados de su despido.
“Con mucha razón se sienten traicionados”, comentó Miranda, destacando que los policías habían demostrado “una buena predisposición” al aceptar las negociaciones. Y a pesar de que el Gobierno les había prometido “ningún tipo de represalias”, el lunes los sorprendió no enviando a nadie a la segunda ronda de negociaciones y despidiendo a 51 efectivos policiales, nombrando a 74 alumnos del último año del Instituto de Seguridad como sus reemplazos.
“La Policía prácticamente les allanó el camino para resolver el conflicto. La conclusión es que al Gobierno no le interesa tener una Policía profesional, honorable, digna, comprometida con la paz y el orden social. Le interesa tener una policía corrupta, degradada, que cumpla fielmente sus intereses”, opinó Miranda.
Durante la tarde de ayer, el abogado se concentró en analizar las causas de despido que alegó el Gobierno, para así planear la respuesta judicial que se le hará al Estado. De acuerdo a las pocas notificaciones que Miranda alcanzó a ver ayer, el Gobierno citó como causales motivos “genéricos”, sin citar “conductas personalizadas” que realmente justifiquen los despidos. “Esto no es solo la Policía, son todas las instituciones de la provincia”, concluyó Miranda, quien hoy anunciará como continuará la lucha policial.
