Tal cual lo adelantó este medio, Alberto Rodríguez Saá decidió no participar del traspaso de la gobernación a Claudio Poggi. Cabe recordar que el artículo que habla del traspaso, el 154 de la Constitución Provincial, no establece que sea el gobernador saliente quien le deba tomar el juramento al entrante. Esto es, principalmente, una tradición democrática que Rodríguez Saá decidió romper.

Previo a esto, el ex gobernador hizo labrar un acta en la que dejó a cargo del ejecutivo, a partir de las 00.00 de hoy domingo, al presidente provisional del Senado, Sergio Moreyra. Algunos esperaban que fuera Moreyra quien le tomara el juramento a Poggi, pero al final fue el vicegobernador saliente, Eduardo Mones Ruiz, quien lo tomó juramento a su sucesor, Ricardo Endeiza. El nuevo vice luego de tomó el juramento a Poggi, quien desempolvó la banda gubernamental y el bastón, los atributos que tanto indignaron a Rodríguez Saá en 2015, razón por la cual luego envió un proyecto de ley a la Legislatura para que se suprima el uso de los mismos.

“La tradición, desde el nacimiento de nuestra provincia como Estado reconocido en los albores del siglo XIX hasta diciembre del 2015, es que los gobernadores siempre han utilizado sus atributos. El mismo pueblo le otorga los atributos. Yo voy a retomar esa tradición. Voy a retomar esa tradición. Yo no los considero un privilegio. Entonces cuando un ciudadano me vea a la salida de acá o en algún 25 de mayo, 9 de julio, 17 de agosto, una fiesta de San Luis, o el Día de San Luis, rápidamente me podrá reconocer e interpelar sobre aquellas cosas que estamos haciendo mal. Me va a ubicar rápidamente. Yo quiero que me ubiquen fácilmente para saludarme o para reclamarme o criticarme. No considero el uso de la banda y el bastón un privilegio. Privilegio es que el Estado pague un avión privado para cada vuelo del gobernador. Privilegio es que el gobernador disponga de millones de pesos para gastos reservados que no requieren rendición. Eso es privilegio. Nunca más esos inmorales privilegios en cabeza del gobernador de San Luis cuando 7 de cada 10 chicos viven bajo la línea de pobreza en nuestra querida provincia”, dijo Poggi en su discurso.

Previo a todo esto, Poggi habló sobre la transición, mostrando una hoja en blanco como ejemplo del informe que le dio la gestión saliente. “Lamentablemente me hubiera gustado tener una transición ordenada y coordinada. Lo intenté, no pude. Y esta falta de transición no me perjudica a mí, sino a todos los sanluiseños. Yo desconozco si mañana los hospitales abren sus puertas con o sin medicamentos en stock, desconozco cuáles escuelas hay que arreglar urgente para poder comenzar las clases el año que viene, desconozco si los patrulleros tienen el seguro al día o se les venció hoy, etc, etc. Cuando uno habla de transición, de eso hablamos”, dijo el Gobernador.

“No es mi objetivo hablar sobre el estado de la administración, por el simple hecho de que no conozco cuál es el estado. Nos vamos a tomar tres o cuatro días para ver dónde estamos parados, e informaré al pueblo de la provincia de San Luis un primer reporte sobre el estado financiero en el que recibimos la provincia. En estos 3 o 4 días realizaré la transición con los mismos empleados públicos, quienes me ayudarán a conocer el estado de situación de la administración. Haremos la transición con ellos. Y según me anticiparon, tienen muchísimas cosas para contarme”, concluyó Poggi esta parte de su descanso.