“Se están hundiendo casas, se ha hundido asfalto 2 metros. Las casas se vienen hundiendo para caerse con el consiguiente peligro que tiene el vecino de muerte porque es grave y el Gobierno no se hace cargo”, comentó Raúl Vílchez.

El barrio se entregó a mediados de los 90, y de acuerdo a Vílchez, cuando se construyó no se hizo un buen estudio de suelo, no se respetaron las normas antisísmicas, y hubo mala compactación de los terrenos por lo que quedaron ríos subterráneos. Hasta el momento son ocho las viviendas afectadas y la escuela que acarrean como consecuencia agritas en las paredes.

“Hemos contactado a la gente de Gobierno, hemos ido a verlos y no nos han querido atender. Tengo una grabación sobre ese hecho. Hemos hablado con la Secretaría de la Gobernación, tampoco nos quisieron atender. Hemos ido a Vivienda y dicen que no pueden hacer más nada porque está vencida la garantía”, explicó el vecino.