Está ubicado en el barrio Eva Perón. Sus actividades estarán centradas en temáticas como violencia, adicciones, apoyo escolar y nutrición, entre otras.

El pasado viernes 29, se inauguró el primer Centro Municipal de Fortalecimiento Comunitario en el Barrio Eva Perón, en los anexos IV y V. Según destacaron durante la ceremonia inaugural, el centro municipal estará coordinado y atendido por jóvenes psicólogos comunitarios especializados en neurodesarrollo infantil y en otras temáticas como violencia, adicciones, apoyo escolar y nutrición, entre otras, cuya característica más destacada es el trabajo en terreno.

Al respecto, su coordinador, Fernando Mallea, señaló que el centro realizará cuidados diarios en niños de 2 a 4 años. “Esta propuesta abre un lugar para brindar la atención necesaria a aquellos niños que presentan importantes signos de carencia de cuidado diario, maltrato y deficiencias nutricionales, entre otras. Este centro de cuidado diario, será un apoyo para las problemáticas derivadas desde el Centro de Salud, los agentes sanitarios, el Juzgado del menor, la policía y la escuela”, comentó.

“Con la intención de fortalecer el núcleo familiar, donde consideramos que el niño debe desarrollarse, apuntamos integrar al centro a las madres y adultos significativos para los niños y de este modo contribuir a reforzar los vínculos familiares a través de talleres de cocina, nutrición y estimulación temprana. Para ello se planificaron acciones concretas para las madres en temas de nutrición, promoción de los derechos de los niños y prevención primaria de la salud en forma conjunta con las instituciones mencionadas”, agregó Mallea.

Igualmente, explicó que para los niños existirán talleres lúdicos que apuntan al neurodesarrollo y a la estimulación psicofísica del niño, a través de los cuales puedan desarrollar su creatividad, afianzar su seguridad y adquirir confianza en sus capacidades.

Además, se brindará un complemento nutricional que cubra las deficiencias nutricionales detectadas. Esta medida no pretende desplazar ni suplir a la familia de su responsabilidad ante sus hijos, pero sí complementar, apoyar y subsidiar esta función que le compete y que, por circunstancias económicas, sociales y culturales se ven dificultados a cumplir.

Grupo de 6 a 12 años

En el caso del grupo de 6 a 12 años, Mallea dijo que el centro trabajará en la “desescolarización” por causa de distintos indicadores de riesgo que llevan a esta problemática como es el caso de la sobreedad, repitencia, abandono y bajo rendimiento.

“Allí, se combinarán distintas actividades que busquen incentivar, motivar, reforzar y potenciar las capacidades de los niños involucrando los docentes, los padres y la comunidad en su conjunto”, aclaró Mallea, quien también dijo que “estas actividades consisten en apoyo escolar, taller lúdico, taller de plástica, grabado y construcción creativa, recreación, deportes y preparación para los campamentos, granja educativa y complemento nutricional”.

De este modo, el proyecto colabora y refuerza la acción de la escuela y los padres en forma articulada. La institución aportará los criterios para la selección de los chicos, evaluación y seguimiento del rendimiento de los chicos.

Grupo de 13 a 18 años

“En cuanto a la problemática de este grupo se plantea en aquellos adolescentes que no trabajan ni estudian y que poseen baja preparación para el trabajo, de allí que proponemos entrenamientos que proporcionen oportunidades para insertarse en el mundo laboral tales como Computación, taller de mecánica y otros, a través de los cuales se les brindará además la posibilidad de realizar alguna experiencia laboral acotada, al finalizar la capacitación, previéndose la apertura
de otras capacitaciones de acuerdo a las futuras demandas de los destinatarios”, destacó Mallea, quien finalmente señaló que otro aspecto de vulnerabilidad de este grupo se plantea a partir del uso de drogas, alcohol, embarazo de adolescentes o madres precoces.