La jueza de la causa y el jefe de la división Homicidios detallaron cuáles son los elementos que le secuestraron a la presunta asesina y las heridas que recibió “Cachito” Díaz.

Ayer, la jueza Virginia Palacios y el jefe de la división Homicidios, Hernán Soloa, dieron más detalles de la causa por el homicidio de Oscar “Cachito” Díaz, el hombre que fue encontrado descuartizado en un canal colector, y de la detención de Liliana Casón.

“Esta persona es la última que había sido vista en el domicilio de la víctima, sumado también a testimonios que dan cuenta de actividades extrañas que había tenido una de las noches”, dijo la magistrada al ser consultada por los elementos que tuvo en cuenta para ordenar la detención. Palacios también mencionó el primer contacto que Casón tuvo con efectivos de la Comisaría Sexta, durante el cual aseguró que Cachito “le había manifestado que él se iba a ir y que ella se podía quedar en la casa”.

Otros elementos incriminatorias fueron recogidos en el posterior allanamiento, como “escritos con alguna connotación ritualista”, una zapatilla quemada y manchas de sangre en el colchón y piso. Palacios también mencionó que todo parece indicar que Díaz le estaba brindando asilo a su presunta asesina, quien había llegado hace pocas semanas de la provincia de Santa Fe.

Por su parte, Soloa precisó que cuando la mujer fue detenida, el lunes pasado, se le secuestró “un cuchillo de carneo, un papel con una secuencia escrita más que importante respecto de cómo, lógicamente, podemos asumir que se cometió el hecho”.

Finalmente, el jefe de Homicidios comentó que “la simetría y una ubicación en paralelo casi perfecta” de las apuñaladas hacen que un crimen pasional sea totalmente descartado, ya que en estos casos, las heridas no siguen ningún patrón lógico. “Todas las heridas fueron colocadas en los espacios intercostales. Ningún impacto del arma blanca tocó una costilla, fueron directamente al espacio intercostal y atravesaron tanto pulmón como corazón”, concluyó Soloa.