Parte de la elaborada estafa ocurrió en la playa de estacionamiento del Wal-Mart.

El miércoles a la noche, un hombre de 53 años de edad, de profesión abogado y domiciliado en la ciudad de Villa Mercedes, fue víctima de un elaborado chantaje, en el que le hicieron creer que tenían secuestrada a su hija de 18 años, domiciliada en San Luis Capital, por lo que pagó un rescate de más de 20 mil pesos.

La estafa comenzó alrededor de las 14.15 del miércoles, cuando el abogado recibió un llamado al teléfono fijo de su domicilio particular. Del otro lado, una voz masculina se identifica como Policía y le comenta que su hija había tenido un accidente. Al mismo tiempo, el damnificado escucha los llantos de una mujer a través del teléfono, e inmediatamente asume que se trataba de su hija, quien había sido secuestrada por este falso agente policial la tenía secuestrada.

Luego de esto, el delincuente le ordena que corte la llamada telefónica y lo llaman al su celular. A partir de allí, el “policía” le da una serie de instrucciones que lo traen al abogado a la Capital provincial, donde cambia unos 5.000 dólares por pesos argentinos ($20.750 pesos), y le hacen incluso comprar un teléfono liberado y un chip para comunicarse de ahí en más. Y como en las películas, le ordenan que no le diga nada a la Policía o a su esposa.

Después de cambiar el dinero, le ordenan que se dirija a la sucursal de la empresa Western Union situada en el edificio del Correo Argentino, para que efectúe una transferencia de dinero, cosa que se concreta en dos transacciones, de $6.000 cada una, a nombre de una mujer que vive en Córdoba Capital.

Más tarde, minutos antes de 18 horas, el delincuente le ordena al letrado que vaya al supermercado Walmart, y realice, en las oficinas de Western Union allí ubicadas, dos nuevas transacciones de dinero en efectivo, prometiéndole que su hija lo estaría esperando en el estacionamiento. Sin embargo, cuando sale a la playa a reencontrarse con ella y no la encuentra, decide finalmente llamar a su esposa y contarle lo sucedido.

En ese ínterin, el delincuente lo llama de nuevo y le asegura que recuperaría a su hija en la plaza Independencia, pero el abogado, cansado de la situación, se dirige a la casa donde alquila su hija que tiene 18 años y estudia en San Luis, y se queda esperándola.

Desde ese momento, ya no recibió ningún llamado del supuesto “secuestrador”, pero sí de su esposa, quien le indica que su hija estaba bien. De hecho, la joven estuvo en el gimnasio cuando todo esto ocurría, y en ese exacto momento estaba retornando, junto a dos amigas, al departamento donde él la esperaba y finalmente se “reencuentran”.

Tras todo el episodio, el abogado finalmente radicó, en la noche del Miércoles, la denuncia en la Policía de Villa Mercedes.