Estaba preso, muchos sostienen que injustamente, desde 2008.

El pasado viernes al mediodía, Adrián Antonio Porras, el joven de 23 años que en 2008, junto a Facundo Giménez, fue condenado a prisión perpetua por los asesinatos de Esteban Quaranta y Elsa Ferrayoli, se dio a la fuga mientras gozaba de un permiso especial para visitar a su madre, quien vivía en un departamento del barrio ATE II de Villa Mercedes.

Porras viajó, desde el penal de San Luis, a visitar a su madre acompañado por tres efectivos del Servicio Penitenciario Provincial. El prisionero llegó hasta el barrio ATE 2 acompañado del chofer de la unidad, el jefe de la custodia y un celador. Uno de los vigilantes se quedó en el pasillo y el otro en la casa. Allí le quitaron las esposas y sucedió lo que no esperaban. “El padre se levantó y Porras aparentemente hizo un salto de gacela, de la ventana hacia afuera”, contó, a El Diario de la República, el jefe de la Penitenciaria de San Luis, Inocencio Carpio.

Al momento de escribir estas líneas, Porras seguía prófugo. Se montó un operativo de más de 70 personas para dar con él y se allanaron las viviendas de sus familiares y amigos, pero todavía no se ha logrado dar con él. El siguiente paso en la investigación sería realizar allanamientos en la ciudad de San Luis.