El hecho ocurrió en el año 2013.

Ayer, en Villa Mercedes, el “trapito” Javier Muñoz fue condenado a ocho años de prisión por el asesinato de Viviano Ponce, ocurrido el pasado 24 de agosto de 2013 en dicha ciudad. El condenado confesó haberlo golpeado pero niega ser quien lo asesinó.

Viviano Ponce se hizo en la calle, vivía en la casa de su hermano en el populoso Barrio La Ribera de Villa Mercedes. Además de lavar autos en la plaza San Martín, trabajaba de albañil y cuando lograba reunir algún dinero se iba de su casa y no aparecía por varios días.

Durante ese 24 de agosto de 2013, horas antes del homicidio, víctima y victimario habían estado juntos, lavando autos en la intersección de Avenida 25 de Mayo y Betbeder. La riña comenzó por $5 que Ignacio le reclamaba a Viviano, mientras estaban en una habitación abandonada, donde estaban consumiendo alcohol y pastillas. Otro “trapito”, Víctor Ogas, intervino para calmarlos. Lo logró, y siguieron bebiendo y tomando pastillas.

Muñoz se fue y al regresar, aún más intoxicado de lo que se había ido, comenzó a golpear a Ponce hasta dejarlo inconsciente. No le alcanzó con esto sino que además le robó las zapatillas, una mochila y un jogging; y huyó con Ogas.

Al otro día, cuando volvieron al lugar, en Doctor Mestre y Pasaje Sarmiento, Ponce ya estaba muerto, en la misma posición que lo habían dejado.

Tras estos hechos, la Cámara Penal Nº 1 de Villa Mercedes sentenció a ocho años de cárcel a Ignacio Javier Muñoz por haber matado a golpes a Viviano Ponce. A las 12:15 se leyó el veredicto. Muñoz, de 24 años, fue condenado por homicidio simple. Los jueces no encontraron agravantes y consideraron “como atenuante la falta de antecedentes y las condiciones socio económicas del acusado”. El “trapito” que murió tenía 27 años y dejó a dos hijas, una de 8 y otra de 10.