“La situación es muy buena porque hace 10 años teníamos una prevalencia del 40% en la actualidad es del 25.5%. De cada 100 personas, 25 son los que consumen tabaco. Esto gracias a las leyes de prohibición y la implementación del consultorio de cesación tabáquica en todos los hospitales de día de la provincia”, explicó Gustavo Juárez, profesional médico del hospital de Juana Koslay, quien agregó que años atrás, San Luis era una de las provincias con mayor tabaquismo.

En una década en San Luis bajó poco más del 10% la población de fumadores. Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, el 34,3% de la población provincial era adicta al tabaco en 2005, en 2009 fue el 35%, y en 2013 el 25,8%. El actual porcentaje de 25,5% está apenas por encima de la media nacional de 25,1%.

En cuanto a los adolescentes, el 35% de los estudiantes secundarios fuma, según un estudio de Investigadores y estudiantes avanzados de las carreras de Farmacia y Bioquímica de la UNSL que La Gaceta publicó en 2013.

En 2010, la Legislatura aprobó la ley antitabaquismo que prohibió fumar en espacios públicos cerrados tanto públicos como privados. Aunque en la mayoría de los lugares se cumple, hay bares y boliches, especialmente en la ciudad, donde no se respeta la mencionada ley.

Fumar tabaco mata

En la Argentina, 111 personas mueren por día a causa del tabaquismo y 18.991 son diagnosticadas anualmente de cáncer provocado por la adicción al tabaco, según información del Instituto Nacional del Cáncer.

El polémico cigarrillo electrónico

Desde hace un par de años se vienen popularizando en uso del cigarrillo electrónico a nivel mundial y San Luis no está ajeno al fenómeno. Las personas que lo usan lo ven como una alternativa no nociva para seguir fumando, pero lo cierto es que desde la medicina es cuestionado.

A pesar de que la venta del cigarrillo electrónico está prohibida en el país desde 2011 se vende en comercios céntricos y por internet. Incluso un bar céntrico organizó recientemente un evento para promocionar la venta.

“El ANMAT lo tiene prohibido. Tiene elementos químicos que todavía no han sido estudiados. Es por eso que nosotros no lo recomendamos”, aconsejó Juárez.

Cristina Borrajo, presidenta de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, el cigarrillo electrónico tiene “sustancias muy parecidas al cigarrillo pero en cantidades o dosis mucho menores”, quien aseguró que no se sabe las consecuencias de su consumo en el largo plazo.

“Lo que sí sabemos es que el vapor contamina el aire ambiental porque tiene casi las mismas toxinas que el cigarrillo común. De hecho, se encontraron elementos carcinogénicos en el vapor. Pueden tener o no nicotina, pero hasta ahora la OMS no se expidió respecto a la seguridad del cigarrillo electrónico para la salud y su eficacia para dejar de fumar.”, explicó Borrajo.

Dejar la adicción

El dejar de fumar tabaco no es fácil, ya que se trata de una adicción. Hay personas que dejaron de fumar sin ayuda dejando el cigarrillo “en seco”, otros lo hicieron de manera paulatina, y también están los que eligieron la terapia grupal. En todos los casos hay una maduración de la idea de salir de la adicción que requiere una gran fuerza de voluntad para aplicarla y mantenerla en el tiempo.

Un reciente estudio de la Universidad de Oxford consignó que es mejor dejar de fumar de manera definitiva en vez de gradualmente. El 49% de los adictos que dejaron de fumar de manera inmediata no tuvo recaída, mientras que los que lo hicieron de manera paulatina no recayó el 39,2%.

A los seis meses, el 22% de los que dejaron
de fumar abruptamente evitó la recaída. En cambio en el otro grupo fue 15,5% el que no recayó.

Para Juárez, el método más eficiente para dejar de fumar es la terapia grupal por sobre la individual. El motivo es que el paciente se siente más contenido debido a la presencia de compañeros. La terapia grupal se acompaña con medicación para amortiguar el síndrome de abstinencia del paciente.

En el hospital de Juana Koslay, los martes desde las 10 horas se reciben consultas para dejar de fumar. Se realizan terapias individuales como grupales. Tanto la terapia como la medicación son gratuitos.