“¿Por qué no llaman al resto de los bomberos de la provincia que están todos listos, pegados al teléfono, para venir? Quieren matar a los bomberos que tienen acá hace 20 días laburando. La gente no da más. Tienen todo El Fortín, toda la regional de esa zona y toda la regional de Merlo listas para venir. Es más, se estaban por acuartelar y venirse sin el llamado de San Luis Solidario”, comentó Gladys Aguilar, periodista y bombero voluntaria de La Punta, refiriéndose grado de cansancio de los voluntarios. “El que está a cargo es un inútil, porque no sabe cómo carajo organizar los bomberos”, agregó la colega, claramente ofuscada.
El cansancio de los voluntarios es algo que se venía percibiendo desde el fin de semana pasado, cuando el combate contra las llamas ya había comenzado, aunque no era tan intenso. Luego de estar hasta el sábado a las 5 de la mañana apagando incendios, siguieron peleando durante la madrugada del domingo. Horas más tarde, el cansancio era extremo y fue en ese contexto que se solicitó la ayuda extra.
“Están aprestos los otros cuarteles del interior de la provincia, en caso de ser necesarios, pero no creo que los vayamos a utilizar”, declaró el subjefe de Policía, Claudio Latini, en una entrevista realizada el sábado por la tarde, ya adelantando que no se iba a llamar a las otras regionales.
Los aviones hidrantes que envió Nación sí fueron utilizados, pero, cuando se le preguntó al Gobierno provincial si necesitaban otro tipo de ayuda, la respuesta siempre fue que por el momento no la precisaban, según informó el director nacional del Servicio de Manejo del Fuego, Guillermo Barisone, a referentes locales del Gobierno Nacional. Así fue como también se rechazó la ayuda que ofrecieron provincias vecinas, sobrecargando de ese modo a los bomberos de zonas aledañas al incendio forestal entre Villa de la Quebrada y El Suyuque.
Por el lado del Gobierno, la información, en particular durante la noche del viernes, fue dada a cuenta gotas, con informes que fueron sumamente cuestionados debido al estado de pánico que generaron las fotos y audios truchos que circularon por diversas plataformas sociales ese día. La información que más se cuestionó fue en relación a sí hubo casas quemadas o no.
Afortunadamente, el Gobierno no mintió respecto a este tema, y la información de que no hubo viviendas consumidas por las llamas fue confirmada tanto por diversas fuentes periodísticas independientes como por informes de distintas agrupaciones de bomberos voluntarios. Lo único que se quemaron fueron unos pórticos y quinchos que eran parte del barrio privado Sierras Marianas, pero que no eran propiedad de ningún vecino en particular. De igual manera, ambas noches se debieron evacuar varias viviendas por una cuestión de prevención.
El rechazo a la información gubernamental se manifestó claramente en los insultos y reclamos que pudieron verse en la cuenta oficial de Facebook del gobernador, Alberto Rodríguez Saá, cuando el mandatario salió a decir que los incendios estaban controlados el viernes por la noche.
Y sin lugar a dudas, lo que más indignación causó fue que el jueves por la noche, cuando ya había incendios, Rodríguez Saá inauguró la polémica réplica de la Casa de Tucuman; mientras que el viernes, cuando ya era crítica la situación, el Gobernador estaba inaugurando el “palacio cultural” Los Libros de Charlie, en homenaje a su hijo fallecido el año pasado, Carlos Juan. Claramente, la gente quería ver al Gobernador al frente de la situación, pero Rodríguez Saá optó por mantenerse lo más alejado posible.
El último informe
Al momento de escribir estas líneas, uno de los últimos informes corresponde a bomberos voluntarios de Potrero de los Funes y dice lo siguiente: “Vuelve la tranquilidad en la zona más afectada. El accionar de los aviones vigía e hidrantes más las máquinas viales, junto a la intensa labor que desarrollan bomberos y brigadistas, permitió que las familias de Los Molles, Sierras Marianas y Villa de la Quebrada regresen a sus hogares. Se mantiene guardia en la zona del río Huascara”.