A pocas horas de concluidos los comicios de las PASO y las generales, La Gaceta pudo acceder a esta encuestas a través de una fuente del Frente Unidad Justicialista y comprobar su enorme nivel de precisión. Así fue cómo nació esta entrevista exclusiva, en la que el encuestador habló sobre cuáles fueron los factores claves a la hora de medir estas elecciones, incluyendo los reclamos que se le hicieron al Gobierno y los errores de Poggi en la segunda etapa de su campaña, entre otras cosas.

Las encuestadoras de otras provincias
“Muchos terminan contratando consultoras y compañías que hacen mediciones desde afuera de la provincia de San Luis porque entienden que son mejores o tienen más renombre que las que están dentro de la provincia. En realidad, para poder hacer un buen trabajo de medición hay que tener un real conocimiento, y muy profundo, del lugar donde se está trabajando. Nosotros tenemos un profundo conocimiento de todas las localidades de la provincia y nos permite hacer un trabajo de campo muy meticuloso y tener una imagen muy clara de lo que es la idiosincrasia de cada una de las ciudades de la provincia”, opinó Amaya al respecto.

El método con el cual su empresa predijo el resultado de ambas elecciones

“Desde el primer momento que empezamos a medir, que fue un año antes, había un altísimo nivel de definición y llegamos a las elecciones primarias con un nivel de definición del 90%. Solo el 10% se posicionaba en indeciso. Superada la instancia de las PASO ocurrió un fenómeno extraño. El porcentaje que bajaba la intención del ‘voto Poggi’, en algunos casos 20 o 25 puntos, se trasladaba al indeciso, al indefinido. Y en el caso de Adolfo Rodríguez Saá seguía sosteniendo el nivel de votos que había obtenido en las PASO. Entonces, lo que había que hacer era definir y encontrar estrategias para ver a dónde iba ese ex votante de Poggi que se había trasladado a una posición de indefinido”, respondió Amaya cuando le preguntamos sobre cómo fue la medición de este proceso eleccionario, sobre el cual comenzó a trabajar en junio de 2016. 

La clave para Amaya fue dar con una variable que le permitió anticipar que estos “indefinidos” iba a terminar yéndose para el lado de Rodríguez Saá en vez de volver a votar a Poggi. “Detectamos que sí tomábamos el total del 100% de los indecisos, Adolfo Rodríguez Saá necesitaba tomar el 32% de esa masa de indecisos para terminar ganando por 2 puntos. La otra opción que nos quedaba era hacer un cruce de información, como habitualmente lo hacíamos, y Rodríguez Saá podía terminar ganando por 14 o 15 puntos. Sin lugar a dudas prevaleció la fórmula que nosotros planteamos porque terminó ganando por 12 puntos, lo que está dentro del margen de error que nosotros planteamos”, relató el encuestador. 

Amaya continuó explicando que, ante esta gran masa de indefinidos, se aplicaron estrategias para descubrir indirectamente hacia donde iba el voto, como preguntar “si votaba un cambio en el gobierno o una permanencia de las políticas”, ya que muchas personas sí se animan a responder cuando la pregunta está planteada de esa forma. “La gente evidentemente estaba escondiendo la decisión, sin lugar a dudas”, dijo el encuestador, remarcando que en las PASO los indecisos eran el 10%, mientras que en las generales eran el 40%. “Esto es, entiendo yo, lo que hizo que muchas consultoras de afuera se confundieran”, agregó.

Obviamente, ser una de las pocas o, como ya dijimos, la única consultora en haber acertado los resultados de ambas elecciones no fue del todo fácil. “En las PASO, cuando decíamos que Poggi podía llegar a ganar por 20 puntos en algunas localidades, nos decían directamente que estábamos locos”, recordó Amaya, riéndose al comentar que muchas veces los clientes de las encuestadoras “lo primero que hacen es tratar de matar al mensajero”.

Al respecto,
comentó que, antes de las generales, algunos de los sectores “intentaron matar al mensajero”, diciendo que las encuestas eran mentirosas “porque la gente no manifestaba su intención de voto”. “Bueno, cuando no manifiesta la gente su intención de voto hay que buscar estrategias para descubrir donde está”, dijo Amaya, señalando que hasta clientes con los que ha trabajado por muchos años no le creyeron el resultado que predijo para las generales. 

“Un cliente no lo podía creer y tenía un análisis muy profundo, con todos los cruces de información que podía encontrar dentro del trabajo que le habíamos hecho, y llegaba a la conclusión de que perdía Rodríguez Saá por 8 puntos y nosotros decíamos, ‘gana por 2 puntos y puede suceder que llegue a ganar por 15 puntos’. Y bueno, sucedió lo segundo”, rememoró el consultor.

Los errores del Gobierno en las PASO y de Poggi en las generales
Otro aspecto que recordó de esta elección fue que el Gobierno provincial llegó a las PASO “con un fuerte reclamo” sobre la salud pública. “Nosotros mediamos, sobre los problemas de la provincia, 8 o 9 temas ‘pesados’, entre los que estaba salud, educación, seguridad, trabajo, vivienda, corrupción y justicia, entre otros. Sobre esos temas, salud se llevaba el 61% de los reclamos y trabajo entre el 18 y el 20%. Y el Gobierno llegó a las PASO con un reclamo sobre el tema de salud del 61% y eso es un grave error. No se puede llegar a una elección con ese nivel de reclamo en un área que se puede corregir”, señaló el consultor.

En cuanto a la histórica remontada de Rodríguez Saá, Amaya mencionó “causas concurrentes”. “Había en las PASO un importante caudal de votantes de Poggi que eran de origen peronista y que votaron para enviarle un mensaje a los hermanos Rodríguez Saá de que estaban insatisfechos. Ese votante, después de que vio la amplia diferencia a favor de Poggi, retornó rápidamente hacia el oficialismo”, explicó el consultor.

Otro punto clave fue el tema de los merenderos, los cuales fueron un acierto “no porque se le daba un jugo o un alfajor a los chicos, sino porque obligaron a la dirigencia del oficialismo a estar en los barrios cerca de la gente y llevar soluciones”. “Había un fuerte abandono o falta de presencia de la dirigencia del oficialismo en los sectores marginales especialmente”, opinó Amaya.

En lo que respecta a Poggi, el consultor observó que cometió “errores en cuanto a la estrategia para la segunda instancia”. “No alcanzaba con el silencio, sino que, cuando se supo que estaba perdiendo, tendría que haber accionado en consecuencia”, fue lo primero que Amaya dijo sobre el tema.

“Cuando uno tiene conciencia de que se está perdiendo una elección, tiene que hacer olas, de cualquier naturaleza. Tenés que tratar de ser lo más pacifista posible y hacer la menor cantidad de olas cuando estás ganando. Pero cuando Poggi tomó conocimiento de que estaba perdiendo en la segunda instancia, si es que lo tomó, tendría que haber hecho olas, y no las hicieron”, agregó el encuestador. 

¿Qué podemos esperar para 2019?
¿Es muy pronto para realizar esta pregunta? Aparentemente no, porque, cuando La Gaceta le preguntó qué se puede esperar de cara a 2019, Amaya inmediatamente señaló que ya hay clientes interesados en los estudios que MBA está haciendo sobre las elecciones para gobernador que se vienen dentro de dos años.

“Hay una realidad en la provincia que hay que agregar al historial político. La gente aprendió, concretamente, por experiencia vivida, el valor del voto. El ciudadano común sabe, a partir de las elecciones pasadas, cuánto vale el voto. ‘Nosotros, cuando no nos escucharon o no obtuvimos respuesta, fuimos y votamos a Poggi’. Y para el oficialismo fue una derrota contundente. Eso surge efecto de aprendizaje. Y quien tendría que tener más preocupaciones de acá al 2019 son las intendencias, los comisionados y el Gobierno provincial.
Tienen que tener los ojos muy abiertos porque la falta de respuesta va a hacer que la gente retorne rápidamente a usar el voto castigo. Los gobernantes están obligados a tener una respuesta acorde a las necesidades de la gente porque sino este aprendizaje potencia el voto en contra”, opinó Amaya.

“Creo que, a partir de ahora, hay un final abierto, con un triunfo de Poggi por amplia mayoría y luego un triunfo de Rodríguez Saá por amplia mayoría. Esto deja solo dos candidatos fuertemente instalado y creo que nadie, fuera de ellos dos, pueda instalarse con pretensiones”, concluyó el consultor.