A casi dos meses de su implementación ya son 33 los pacientes que ingresaran al programa tras pasar por todos los controles pertinentes y cumplir con los requisitos primarios exigidos por el plantel de profesionales. Ya hay 30 pacientes que están en la lista de espera para ser evaluados.
Los especialistas estiman que entre un 80 y un 90 % de los pacientes, accederán y se someterán a la cirugía (bypass gástrico o manga gástrica), mientras que el resto seguirá un tratamiento sin operación.
Jorge Chávez, de Nueva Galia, y Leonor Rozzi, de la ciudad capital, son dos de los treinta pacientes que ingresaron definitivamente al programa.
Jorge cuenta que se enteró a través de una vecina: “Me pasó un link de una publicación del Ministerio de Salud y luego vi la nota en Canal 13. Me interesó mucho por mí condición, fui al hospital de mi pueblo acá en Nueva Galia y a través de ellos conseguí el turno. En San Luis me hicieron los primeros estudios y controles de nutricionista, médicos y psicólogos”, reveló.
Con respecto al tratamiento, Chávez contó: “La verdad es que me han tratado muy bien, se nota que son excelentes profesionales. Soy uno de los que más kilos perdió en este tiempo, sólo me faltan 2 kilos para la primera meta. En este mes y medio la nutricionista me dio una dieta, con todo lo que tenía que comer y hacer, junto con la psicóloga. Esto me motivó, me costó arrancar sobre todo la primera semana de dieta y salir a caminar. Comencé con un kilómetro y ahora hago 3 o 4 diarios. Hasta ahora bajé 16 kilos”, añadió.
Leonor, de 43 años, fue la primera paciente que sacó turno: “A dos días del lanzamiento, mi sobrino me pasó una captura del Ministerio de Salud con todos los datos. Me fui bien temprano al hospital para asegurarme que iba a conseguir el turno y resulté ser la primera. Estoy feliz, hace mucho tiempo que me quería hacer esto, no tenía los medios necesarios para hacerlo, intenté de varias maneras bajar de peso. Para mí esto es la solución”, reveló.
Leonor está muy conformé con el consultorio y sus profesionales: “El equipo tiene una calidad humana increíble, estoy feliz y muy contenida. No podía hacerlo por mí misma y que el Gobierno haya hecho esto es muy bueno. El acompañamiento de la psicóloga y la nutricionista es fundamental, nos enseñan a cambiar los hábitos y también nos educan para después de la operación. Lo que me exigen antes de la cirugía es bajar el 10 % del peso actual y llegar bien psicológicamente. En mi primera entrevista con el cirujano, me explicó todo tan bien que no tuve la necesidad de preguntarle nada”, reveló.
Cristian Borel: “Estaba preso de la gordura y ahora mi vida se iluminó”
Cristian Borel es de Villa Mercedes tiene 35 años, padece obesidad mórbida y hace dos meses, con 175,300 kilos comenzó el tratamiento en el programa de cirugía bariátrica, que funciona en el Hospital San Luis.
“Mi esposa vio en el muro de Facebook del Ministerio de Salud, la información de las operaciones bariátricas. Me convenció y viajamos a San Luis, sin turno, sin nada. Íbamos a ver qué pasaba”, contó Cristian que fue uno de los primeros 4 pacientes del consultorio multidisciplinario.
“Fue algo precioso, desde ese día comenzó a cambiar mi vida para siempre”, dijo el hombre entusiasmado, emocionado y contó que la primera charla que tuvo fue con el doctor Raúl Coria, que le explicó sobre el tratamiento. También se reunió con la nutricionista y la médica. Un mes después lo llamaron para sumarse al consultorio. Todavía sin tratamiento, Cristian ya había bajado 7 kilos. “Desde el primer momento, abrí un documento de Excel donde hago un reporte de lo que como durante todo el día. En la segunda charla les llevé todo y fue cuando me dieron las recomendaciones”, reveló.
Hoy tiene 15 kilos menos. “Tengo mucha alegría, me puedo mover mejor, estoy haciendo más actividad física”, dijo. Cristian es diabético, insulinodependiente y desde el 2 de noviembre pasado, logró que no tenga que inyectarse más insulina, ni tomar más metformina. “Eso es un logro tremendo para mi vida, era horrible pincharme todos los días. Pensé que era algo que iba a tener de por vida y ahora ya está. No me quiero pinchar nunca más en mi vida”, dijo el hombre emocionado.
“Mi vida era una habitación oscura. Estaba preso de la gordura y ahora mi vida se iluminó, me motivó, tengo muchas ganas de estar bien, creo que de acá en un año voy a llegar a mi peso inicial. Me tengo mucha fe y ganas, me ayudaron mucho los psicólogos y médicos. Lo que me faltaba era ayuda profesional”, concluyó el paciente.