Keisy Perafán, la judoca puntana de 25 años que consiguió la medalla de bronce en el Panamericano de Guadalajara, y a quien todos presentan como la sucesora de Paula Pareto, volvió a ser noticia por su gran rendimiento. Esta vez fue en Budapest, Hungría, por el Mundial de judo en la categoría de hasta 48 kilogramos.
Las semanas previas a la competencia fueron difíciles. A causa de la pandemia de coronavirus, Keisy nunca estuvo segura de estar en la cita, ya que los vuelos fueron confirmados a último momento. Una vez en Europa, la puntana se enfocó en cumplir su papel: “Me costó alcanzar mi peso, pero una vez que me pude acomodar, me concentré en lo que tenía que hacer y estuve tranquila”, dijo.
En la madrugada argentina de este domingo, Perafán comenzó su camino en el Mundial. Primero le ganó a la surcoreana Yujeong Kang, luego a la portuguesa Catarina Costa. En cuartos de final no pudo con la japonesa Natsumi Tsunoda y fue al repechaje. Allí le ganó a la española Laura Martínez Abelenda, asegurándose de esta manera el quinto puesto y el derecho a pelear por el bronce. Alrededor de las 12:00 (hora argentina) enfrentó a la número 6 del mundo, la española Julia Figueroa y cayó por ippon”.
“No estoy conforme, pero me siento contenta por mi rendimiento. Fui lucha por lucha, pensando que cada lucha era la última. Avancé de rondas y sentí que dejé todo. Las técnicas que tiré son las que vengo trabajando hace mucho tiempo con mi entrenador. Él es muy exigente y somos un gran equipo de trabajo”, expresó Keisy a horas de terminar la competencia. En ese sentido, destacó el trabajo realizado porque “dio sus frutos y no me sentí cansada durante las luchas”.
Pensando en lo que viene, la judoca puntana, que integra el Plan de Becas al Mérito Deportivo impulsado por el Gobierno de San Luis, indicó que se quedará durante los próximos días en Budapest apoyando a compañeras de otras categorías y luego volverá al país para seguir entrenando con Paula Pareto, quien se prepara para los Juegos Olímpicos de Tokio.