Eara el próximo jueves está pautado el inicio del juicio oral a Magdalena “Magui” Espósito y Abigail Páez por el brutal crimen de Lucio Dupuy sucedido en noviembre de 2021. Espósito era la madre de Lucio y Páez la pareja de la mujer. Las acusadas podrían recibir una condena de cadena perpetua.

Espósito está acusada de “homicidio triplemente calificado por el vínculo y con ensañamiento y alevosía. Abuso sexual gravemente ultrajante por su duración y formas concretas de realización y con acceso carnal vía anal, triplemente agravado por ser la madre de la víctima”. Por su parte, los cargos contra Páez son “homicidio doblemente agravado y abuso sexual agravado”. Cada acusada tiene su abogado defensor.

Desde fines de noviembre de 2021, Espósito y Páez están encarceladas en San Luis porque “La Pampa carece de un servicio penitenciario propio y para alojar a sus penados hace uso de instalaciones federales o de otras provincias, a partir de convenios celebrados previamente a tal fin”, se informó en ese momento desde el Gobierno sanluiseño. Tal convenio es el Tratado del Caldén firmado entre San Luis y La Pampa en junio de 2017.

El brutal crimen de Lucio

En asesinato de Lucio sucedió la noche del 26 de noviembre, alrededor de las 21 e intervino personal de la Unidad Funciona de Género, Niñez y Adolescencia, y de la Seccional Primera. Según precisaron fuentes ligadas al expediente, la primera intervención se dio alrededor de las 21.15, cuando los efectivos fueron advertidos a través del 101 de un niño con supuestas convulsiones en el barrio Atuel, según el medio La Arena.

Una de las mujeres acusadas lo llevó a la posta del barrio y cruzó hacia la sede de la Unidad Regional I, que se encuentra en la misma cuadra. Los vecinos de la zona, al ver que el niño estaba desvanecido, lo cargaron en un vehículo y lo llevaron rápidamente al hospital Evita.

Allí trabajó personal de la Agencia de Investigación Científica (AIC) y el ingreso estuvo fuertemente custodiado. También había una consigna policial sobre un Fiat Palio que estaba estacionado frente al nosocomio, el cual había sido utilizado por los vecinos para trasladar al niño al establecimiento, donde el personal médico constató allí la muerte. “El niño tiene signos de violencia grave”, relataron a La Arena.

Las fracturas y lesiones de Lucio

De acuerdo al periódico pampeano, durante los últimos dos años, Lucio ingresó a la guardia de distintos establecimientos sanitarios por fracturas y golpes. El primer ingreso se produjo el 15 de diciembre de 2020, cuando fue atendido por el Servicio de Emergencias Médicas (SEM) por “traumatismos de miembro superior”, uno de ellos “superficial”. Ese mismo día, siempre según el documento, ingresó a la guardia del hospital Evita donde se le diagnostica una “fractura expuesta en dedo de la mano”.

Tres días después, es atendido en el hospital Molas y se le diagnostica una “fractura a nivel de la muñeca y de la mano”, con fracturas de otros huesos del carpo.

El 22 de enero de 2021, el niño fue atendido por una pediatra del centro de salud del barrio Río Atuel. El diagnóstico de esa visita indica “traumatismos de miembro superior”, también con uno superficial, y el motivo asentado es “trauma”.

El 1ro de febrero de este año vuelve a ser atendido en el hospital Evita por “traumatismo/herida de región no especificada del cuerpo”. Esto puede incluir cortes, heridas, heridas por punción, laceraciones o mordeduras de animales, entre otras, según la Clasificación Internacional de Enfermedades. El diagnóstico fue, nuevamente, “traumatismo”.

El último ingreso registrado en la historia clínica a la que accedió este diario fue el 23 de marzo. Ese día regresó al Evita por traumatismo y se le diagnostica “mallet finger”, que es una deformidad en el dedo que se genera por una fractura ósea de la falange distal. Ese día se le realiza una radiografía de codo, antebrazo, muñeca, mano y dedos, entre otras zonas del cuerpo.