Estefanía Celi, paciente oncológica que realiza un tratamiento que requiere aplicaciones cada 21 días, enfrentó nuevamente una demora en la entrega de la medicación por parte de MediSalud. A pesar de los reclamos y las gestiones realizadas, no logró recibir la droga necesaria para su tratamiento en tiempo y forma una vez más, lo que ha afectado su rutina y su salud.

El viernes pasado, Celi se comunicó con una de las empleadas de la obra social, quien habitualmente la ayudaba con los trámites. Sin embargo, esta persona le informó que se tomaría vacaciones y que, a partir del lunes, otra persona se pondría en contacto con ella para continuar con las gestiones. “De todas maneras no esperé que me escribieran. Yo tenía otro contacto de otra persona que trabaja ahí y le mandé un mensaje”, explicó Celi. Este contacto, que no se encarga de la medicación, le indicó que realizara el reclamo a través de la aplicación de MediSalud. Celi cumplió con este paso, pero no recibió ninguna respuesta durante los días lunes y martes.

El miércoles, su hermana, que se encuentra de vacaciones, acudió a la oficina de la mutual para verificar si había novedades. Mientras tanto, Celi también contactó directamente a la farmacia encargada de distribuir la medicación, pero le informaron que no había recibido ningún aviso sobre su pedido. En la mutual, le indicaron a su hermana que no existía una nueva solicitud de droga registrada. Ante esta situación, Celi declaró: “Este mes pasó lo mismo que el mes pasado. La droga no llegó a tiempo. Ellos saben que es cada 21 días que yo me tengo que aplicar, pero ahora me dicen que no hay otra droga pedida”. “Entonces, ahora tengo una medicación pedida desde el 12 de noviembre que la tengo acá para reclamar. Y cuando fui el 19, me hizo de vuelta la receta la oncóloga, y tengo otra pedida que la presenté el 30 de diciembre. Ellos tienen como que yo solamente tengo presentada esa del 30 de diciembre”, explicó.

Dificultades con la Superintendencia de Salud
En paralelo, Celi presentó el reclamo correspondiente ante la Superintendencia de Servicios de Salud, pero no ha recibido una respuesta concreta. Una de las dificultades que enfrentó ha sido el cierre de la oficina en la provincia de San Luis. “Mal que mal, digamos, uno va ahí y se descarga un poco, y algo te solucionaban, o era como el nexo que tenemos entre el paciente y la mutual. Pero ahora no tenemos en San Luis porque está cerrado. A mí me dijeron que entró dentro del recorte eso”, afirmó. En consecuencia, los reclamos deben realizarse por correo electrónico o llamando al 0800 de 10 a 16 horas, lo que representa un obstáculo adicional para pacientes que trabajan en horarios laborales. “Por mail, imagínate que es algo que vos no tenés idea ni cuándo te lo leen, quién te lo lee”, agregó Celi.

“Así que estoy en la nada misma. El día martes, que yo tuve mi recibo de suelo, subimos a la superintendencia de Buenos Aires, el reclamo con los papeles correspondientes, pero tampoco tengo una respuesta de ahí, o sea, no me han mandado un mail, no me han mandado nada”, dijo la mujer, quien luego de un año de licencia volvió a su lugar de trabajo en el sector privado. “Una de las razones por las que yo vuelvo a trabajar es primero que nada porque me distrae y me saca un poco de todo esto. Y también porque hace un año que estaba cobrando y ya no iba a recibir más el sueldo que lo necesito para pagar mis cuentas”, contó.

Impacto en la salud y la rutina
Celi también expresó su frustración por las demoras recurrentes en su tratamiento. Destacó que la efectividad de su tratamiento depende de que las aplicaciones se realicen en tiempo y forma. “Si el plan es cada 21 días, no puede ser que todos los meses me lo tengo que poner días después. Te cansa, te harta, te pudre”. Además, mencionó que el costo de la medicación es extremadamente elevado: “La que me queda por colocarme, sale 7 millones porque averigüé”.

Celi relató que el único mes en que recibió la droga antes del plazo previsto fue en noviembre, lo que le proporcionó una paz y tranquilidad que no ha vuelto a experimentar. Por otro lado, lamentó que estas demoras también afecten su rutina laboral, ya que debe pedir permisos constantes para realizar los reclamos y asistir a los turnos médicos que también se ven afectados. Con respecto a la droga que precisó para su tratamiento, con la que tuvo que realizarse 12 aplicaciones, explicó que se la proveyó en tiempo y forma el Centro Oncológico provincial y que luego ella la reponía cuando su mutual se la entregaba tarde.

“Todo esto es con MediSalud. Hay otras mutuales que les pasa igual, pero bueno, yo voy a hablar de mi parte desde lo que yo vivo. Trabajo en relación de dependencia que, cuando fue el momento de elegir, yo la elegí y me sirvió. O sea, mientras no la usé, me sirvió. La usaba cuando llevaba a los niños al control o yo me hacía el control. Pero cuando ya empecé a usarla, te empezás a dar cuenta de que lo único que quieren es incumplirte y ni hablar de esto, cuando se trata de una medicación tan costosa”, manifestó Estefanía.“Y no soy la única paciente que pasa por lo mismo. No soy la única paciente oncológica, y con otras enfermedades seguramente también pasa. Vas así como haciéndote un tratamiento qué no sabés si va a dar resultado porque primero depende de cómo está tu cuerpo, tu ánimo y todo eso. Y además, si no te lo haces en tiempo y forma, estás ahí con mil preguntas”, contó.

El caso de Estefanía Celi refleja las dificultades que enfrentan muchos pacientes con enfermedades complejas para acceder a tratamientos en tiempo y forma, así como las limitaciones de los mecanismos de reclamo actuales en San Luis.