El juez de Garantía, Juan Manuel Montiveros Chada, impuso 90 días de prisión preventiva para el hombre acusado de apuñalar en la cabeza a su medio hermano durante un festejo de cumpleaños.

La madrugada del 13 de febrero, Daniel Lucero compartía con amigos en la Plaza Trinidad, al este de San Luis capital, cuando fue sorprendido por la espalda con un cuchillo tipo serrucho que por la violencia del ataque quedó incrustado en su cabeza. Una hora después del hecho, cerca de las 6:40 horas, Miguel Ángel Miranda se presentó en la Comisaría 7° y quedó detenido. Un día después, la Fiscalía N° 1 de la Primera Circunscripción Judicial le formuló cargos por el delito de homicidio simple en grado de tentativa y le solicitó al juez Montiveros Chada, que ordene la prisión preventiva para el acusado, solicitud a la que hizo lugar el magistrado.

“Lucero se encontraba festejando un cumpleaños con alguno de sus amigos. Aproximadamente a las 5:30 de la madrugada, Miranda llega corriendo a la plaza y por la espalda de todos los presentes y sin previa interacción procedió a apuñalar en la cabeza al damnificado. Inmediatamente el imputado se da a la fuga en lo que es una secuencia muy rápida de los hechos”, narró el fiscal adjunto, Juan Pablo Díaz Estopiñán, que además confirmó que el acusado es medio hermano de la víctima.

Los acompañantes de Lucero pidieron ayuda de inmediato y alertaron a la madre del joven, quien se encargó de solicitar una ambulancia y dar aviso a las autoridades. El herido fue trasladado de urgencia al Hospital Ramón Carrillo, donde fue sometido a una compleja cirugía para extraer el cuchillo. Actualmente, permanece en terapia intensiva bajo observación médica.

El fiscal de instrucción, Francisco Assat Alí, solicitó la prisión preventiva por 90 días para Miguel Ángel Miranda y argumentó que existen riesgos procesales, entre ellos, el peligro de fuga debido a la gravedad del delito y la pena en expectativa, que no permite una condena condicional. Asimismo, advirtió sobre el riesgo de entorpecimiento de la investigación, ya que varios testigos son vecinos del imputado y han manifestado temor ante posibles represalias.

La calificación provisoria del hecho es homicidio simple en grado de tentativa, en concordancia con los artículos 79, 42 y 45 del Código Penal Argentino. No obstante, el fiscal advirtió que, si la víctima no logra recuperarse y se produce su fallecimiento, la fiscalía va a solicitar la ampliación de la imputación por el delito consumado.

Miranda se abstuvo de declarar en la audiencia de formulación. Su defensa, representada por la Defensora Penal Nadia Agúndez y el Defensor adjunto, Diego Zunino, dijo que no está comprobado que el acusado haya sido el autor del hecho y se opuso al pedido de prisión preventiva.

“No está comprobado que los hechos hayan sido tal cual los relató la fiscalía ni que nuestro defendido sea el autor. Tampoco estamos de acuerdo con la medida de coerción ya que Miranda siempre estuvo a disposición de la justicia, se presentó voluntariamente en la comisaría, por lo que no existe el riesgo de fuga”, dijo Zunino. El defensor pidió una medida más morigerada como la prisión domiciliaria y propuso el domicilio de la pareja del imputado y de un tío.

Luego de escuchar a las partes, el juez Montiveros Chada finalmente dio por admitida la formulación de cargos contra Miranda y ordenó la prisión preventiva del imputado por 90 días.

Durante la investigación se secuestraron prendas de vestir del imputado y de la víctima, así como el arma utilizada: un cuchillo de cocina con mango tipo serrucho, que fue extraído quirúrgicamente de la cabeza de Lucero. Además, se obtuvo material fotográfico del lugar del hecho y se están revisando grabaciones de cámaras de seguridad cercanas. Un comerciante de la zona aportó el DNI y el teléfono del acusado, quien habría dejado estos elementos como garantía tras consumir bebidas alcohólicas durante la madrugada del ataque.

El Informe Policial Homologado de la comisaría seccional 7°, el croquis del lugar y los informes médicos son algunas de las pruebas presentadas por la fiscalía. Se destacó que el imputado no presentaba lesiones, lo que refuerza la hipótesis de que el ataque fue sorpresivo y unilateral. Además, se realizaron análisis de alcoholemia y el del acusado arrojó que tenía 2,08 gramos de alcohol en sangre.

Fuente: Prensa Poder Judicial