“La totalidad del medicamento está totalmente garantizada. El problema de los medicamentos está fuera de la cajita, no adentro, los intereses que mueve”, comenzó diciendo Agotegaray, remarcando la gran calidad de los medicamentos argentinos, ya sea la opción más barata o la más cara.
“Lo que está disfrazado es el precio del medicamento. Hay que discutir en serio cuánto tiene que valer el medicamento en Argentina. ¿Por qué un medicamento de una marca a la que la gente está acostumbrada vale $200 para poder solventar toda la campaña de promoción mientras que la fabricación del medicamento no pasa del 15%?”, dijo el presidente de FEFARA, señalando en particular la gran proliferación de publicidades de remedios en la televisión argentina, lo cual es, obviamente, la razón detrás del alto precio de muchos de ellos.
En este contexto, Agotegaray, quien recordó con cariño su paso por la UNSL como una época de mucha “magia y convicción”, remarcó la importancia del cumplimiento de la ley de medicamentos genéricos, la cual nació en 2002 y tiene un bajísimo índice de aplicación a nivel nacional, aunque la situación es ligeramente diferente en San Luis, ya que nuestra provincia ya contaba desde el año 1996 como una ley propia similar.
En primer lugar, Agotegaray resaltó que ningún laboratorio argentino, ni los más caros, ha inventado una molécula, lo que significa que “son todos genéricos, aunque de distinta marca y distinta promoción en los medios como en los médicos”.
“El impulso de la transcripción por el nombre genérico del medicamento fue la última medida sanitaria que se tomó para favorecer a la población. Al impulsar la ley de medicamentos genéricos, lo que uno hace es darle transparencia al mercado de medicamentos en Argentina. Los farmacéuticos no tenemos ningún futuro si no logramos que el medicamento tenga el acceso que la población necesita, independientemente de la situación social o la ubicación que ese argentino tenga”, dijo Agotegaray.
Desafortunadamente, esta ley, remarcó el presidente de FEFARA, “no fue tomada como una política de estado”, y los diferentes gobiernos nacionales que ha habido desde 2002 “dejaron solos a los farmacéuticos con los laboratorios médicos”.
Si bien la ley en sus inicios fue vista como un golpe a los principales fabricantes de medicamentos, “de alguna manera, los laboratorios fueron reestableciendo su poder dentro del mercado”, dijo Agotegaray, remarcando que inclusive se hicieron más fuertes, ya que hoy en día también son los dueños de las distribuidoras más grandes de medicamentos y de las mayores cadenas de farmacias.
“El mercado siempre está regulado, la discusión es quién lo regula. ¿El estado a favor de la gente? ¿O la fuerza del mercado a través de los laboratorios”, se preguntó el farmacéutico, quien comentó que FEFARA también impulsa “que alguna vez podamos discutir en serio una política de salud y de medicamentos en la Argentina, donde se discuta desde la fabricación hasta la distribución”.
Distinción
La visita de Agotegaray a San Luis se produjo en el marco de las Jornadas de Actualización Farmacéutica que la semana pasada llevaron a cabo el Colegio de Farmacéuticos de la provincia junto a la Universidad Nacional de San Luis, durante las cuales el presidente de FEFARA recibió una distinción.
En cuanto a las jornadas, las mismas contaron con la participación del Ministerio de Salud de la provincia, profesionales nacionales vinculados a la farmacología y medicina de todo el país, personal de la ANMAT y, obviamente, profesionales de la Federación Farmacéutica de la República Argentina especializados en posgrados.
“Va a ser una intensa jornada formativa, en la que el único beneficiario es la gente, la sociedad, al tener unas instituciones que contienen y están pensando en la pertinencia social de la construcción de conocimiento”, dijo José
Antonio Cid, profesor de Ética y Legislación en la UNSL, remarcando que los temas que se abordaron en la misma fueron “Farmacia Comunitaria”, “Farmacia Hospitalaria” y “Jóvenes Farmacéuticos”.