Nuestro cuerpo está conformado por cientos de millones de células trabajando armónicamente. Sus sistemas de comunicación local son extremadamente delicados y conforman un equilibrio entre el nacimiento de nuevas células y la muerte de las células viejas o defectuosas. El cáncer se produce cuando este sistema de comunicación y control se ve alterado, desencadenando el crecimiento anárquico de un grupo celular las que adquieren la capacidad e invadir tejidos vecinos y diseminarse a través de la sangre o el sistema linfático. Dependiendo de cuál sea el órgano en el que se genera este crecimiento se le da nombre al tipo de cáncer y dependiendo del tipo de tejido dentro del órgano se define el tipo de tumor.

¿Cuál es el alcance del cáncer de pulmón?

En nuestro país el cáncer de pulmón es la tercera causa de muerte por cáncer, siendo la principal causa de muerte por cáncer en hombres y la tercera en mujeres. Esto sería solo una observación epidemiológica si no se conociera que este tipo de cáncer tiene una causa principal reconocida, tratable y prevenible: el tabaquismo.

Dado que hasta el momento las técnicas para detección temprana son controvertidas y de difícil aplicación, la enorme mayoría de los cánceres de pulmón son diagnosticados en etapas avanzadas, es decir cuando ya no hay posibilidades de curación. Sin embargo, los avances científicos en este campo han sido notables en los últimos veinte años, permitiendo que más y más personas que lo padecen logren vivir un mayor tiempo con excelente calidad de vida.

¿Cuál es la relación entre tabaquismo y cáncer de pulmón?

Varios estudios poblacionales definieron claramente el uso masivo de tabaco como causa de cáncer de pulmón. Por otro lado, la exposición de las células a los tóxicos que forman el humo del tabaco produce errores genéticos que facilitan el crecimiento celular anárquico, que son más significativos frente a exposiciones más intensas o prolongadas. Ninguna dosis de tabaco es segura, pero a mayor dosis es mayor el riesgo de cáncer de pulmón.

El tabaquismo de segunda mano, es decir el humo que inhala el no tabaquista que comparte un espacio con el fumador, ha sido también asociado al desarrollo del cáncer de pulmón. Otras causas menos frecuentes del cáncer de pulmón son la exposición a material radiactivo domiciliario (radón), el haber recibido radioterapia torácica o padecer algunas enfermedades específicas, por ejemplo, fibrosis pulmonar idiopática.

¿Cuáles son los síntomas y cómo se diagnostica?

En los casos en que se manifiesta clínicamente se presenta con tos, expectoración con sangre, falta de aire y/o dolor torácico. La mayoría son descubiertos como un hallazgo incidental en una radiografía o tomografía de tórax, en forma de nódulo o masa pulmonar.

Para dar con un diagnóstico definitivo es necesario realizar una biopsia, que es el análisis de una porción del tejido afectado. Este material es obtenido por un equipo de neumonólogos y cirujanos torácicos y analizado por un médico patólogo, que se encarga de determinar si hay células malignas en la muestra y, de ser así, identificar qué tipo de cáncer afecta al paciente. Este paso es crucial para la determinación del pronóstico y elección del tratamiento.

¿Cómo se previene el cáncer de pulmón?

La mejor estrategia para disminuir la posibilidad de desarrollar cáncer de pulmón es dejar de fumar, los médicos pueden ayudar a abandonar el tabaco.

Aquellas personas mayores de 55 años, que tengan antecedentes de tabaquismo podrían estar en condiciones de ingresar a un programa de detección temprana. Éste no es para todos, la consulta con un especialista en neumonología es una recomendación enfática para el enfoque de esta enfermedad en sus aspectos de prevención, detección temprana diagnóstico y tratamiento.