Partiendo desde el Correo Argentino, la marcha recorrió el microcentro puntano, terminado frente al Poder Judicial, el cual terminó completamente empapelado con fotos, banderas y afiches pidiendo justicia por Lucas y Daiana, quien iba con él en la moto cuando ocurrió el trágico accidente y hoy permanece internada debido a las severísimas quebraduras que sufrió. Además, decenas de velas fueron colocadas por amigos, ex compañeros del colegio, colegas de la fábrica Mabe y familiares de Lucas.

“Lombardi no se preocupó por Daiana, la han abandonado. Él, como doctor, le tendría que haber brindado los primeros auxilios, pero no lo hizo. Tengo testimonios de chicos que llegaron en ese momento y me contaron que él, lo único que hizo, fue apoyarse en la camioneta. A mi hijo no lo auxilió, a Daiana no la auxilió”, dijo Jorge Lucero, el padre de Lucas. “Que dejen el poder y el dinero de lado. Nosotros los humildes le pedimos Justicia”, agregó.

La marcha se hizo en silencio, pero ya frente al Poder Judicial comenzaron las palmas y los pedidos de justicia, acompañados de consignas como “Lucas presente, ahora y para siempre”. “Toda esta gente lo quería a Lucas y es gente que quiere a Daiana, y vamos a hacer lo que tengamos que hacer para que Daiana vuelva a casa y para que tengamos justicia”, dijo Guillermo, hermano de Lucas, cuando presentó a Iris, la hermana de la joven accidentada.

“Ella mucho no se acuerda. Se acuerda del momento del impacto y de cuando apareció la ambulancia. Todavía no sabe que Lucas falleció”, contó Iris, quien precisó que su hermana está a la espera de ser operada. Deberán colocarle clavos en el hombro y en una de sus rodillas.

“Ojalá que en San Luis, en Argentina, no tengamos que tener más marchas por estos asesinos al volante”, dijo Guillermo, luego de un minuto de silencia, cuando se dirigió a todos los presentes, infinitamente agradecido por haberse sumado a esta marcha en busca de justicia para Lucas y Daiana.

Y si bien el quedan dos semanas para que se venza el primer plazo de la causa, Guillermo sostuvo lo siguiente: “Nosotros queremos hacerle saber a la Justicia que vamos a controlar, que no vamos a quedarnos tranquilos para que esto quede en la nada. Lombardi venía borracho y mató a mi hermano”.

Según contó Guillermo, cuando fue a la comisaría de Juana Koslay, localidad donde ocurrió el accidente, el instructor de la causa le dijo que el test de alcoholemia de Lombarda dio positivo, marcando 0,80. Sin embargo, no se le extrajo sangre “para ver si tenía alguna otra sustancia tóxica en el organismo”, algo que molestó mucho a la familia de Lucas. “No lo tuvieron ni siquiera 12 horas detenido”, acentuó el hermano de Lucas.

“Los mismos testigos nos dicen que Lombardi insultaba y no quería soplar la pipeta. Pasó una hora y medio o casi dos desde la hora del accidente hasta que le hicieron el test. Si tenía 0,80 al momento de soplar la pipeta, ¿cómo habrá sido el grado de alcohol que tenía al momento del accidente?”, comentó Guillermo, remarcando además que el médico “en ningún momento” se acercó a la familia Lucero a pedirles perdón por lo ocurrido, ni le ofreció ayuda a Daiana. “Si se hubiera acercado y dicho, ‘me equivoqué, pero estoy’, y reconocer lo que uno hace, sería otra la situación”, añadió.

“Mi hermano hizo las cosas muy bien, está demostrado que hay mucha gente que lo quiere. Yo estoy orgulloso de él y estoy haciendo lo que se que el habría hecho por mi”, concluyó el joven, agradeciendo nuevamente la presencia de las cientos de personas que acompañaron la marcha.

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