Un ejemplo de esto último es el de elecciones primarias abiertas y simultáneas (PAS), que forma parte de la reforma política que impulsa el gobernador, Alberto Rodríguez Saá, pero para se aprobara el oficialismo necesitó del apoyo del bloque Mercedinos por el Cambio, el cual logró meter modificaciones a tres artículos.
Estas demoras se agravan aún más si el proyecto elaborado o modificado por la oposición supone que el Gobierno provincial debe hacer algún tipo de erogación monetaria, como es el caso del boleto estudiantil gratuito provincial, por más que vaya a tener un escaso alcance; o el de la creación de los concejos deliberantes de El Volcán, El Trapiche, Potrero de los Funes y Carpintería, ya que esto supondría una mayor coparticipación para esos municipios. Este último proyecto ya lleva casi medio año frenado.
Otro proyecto de este estilo, que le supondrá al Estado una mayor inversión monetaria en una determinada área y por ende duerme el sueño de los justos en el Senado, es la cobertura de Dosep a parejas que viven juntas desde hace años, tienen hijos, pero no están casadas legalmente, incluyendo también aquellos casos en los que un beneficiario de la obra social tiene a su cargo el hijo de su actual pareja. “Lo que se intenta con esta ley es que todo el grupo familiar quede integrado, porque según la nueva ley de familia el grupo familiar ya no es mamá, papá e hijos, sino que es donde convive y se cría el niño”, comentó Verónica Causi, de Mercedinos por el Cambio, el bloque autor de este proyecto.
También son frenados algunos proyectos con los que el oficialismo provincial quedaría muy mal rechazándolos en la Cámara de Diputados, la cual cuenta habitualmente con una cobertura de prensa muchísimo mayor que el Senado. También hay que tener en cuenta que en el Senado no hay opositores, ya que está compuesta por un legislador por departamento provincial y, desde hace muchos años ya, son todos oficialistas. Esto significa que no hay debate donde los legisladores opositores puedan escrachar, contradecir o criticar a los oficialistas. Claramente, la exposición pública es muchísima menor en el Senado, lo que se convierte en un factor importante a la hora de frenar proyectos que vienen de la oposición y cuentan con apoyo popular debido a los beneficios que suponen.
Otros proyectos que suelen ser frenados son aquellos que proponen cambios importantes para la sociedad, como ser la tolerancia cero del alcohol en controles de alcoholemia. Este proyecto pertenece al bloque Mercedinos por el Cambio y obtuvo su media sanción a fines de 2014, por lo que ya perdió su estado legislativo.
Pero no todos son proyectos de la oposición los que son cajoneados. A veces proyectos del mismísimo Compromiso Federal sufren el mismo destino, como el de participación partidaria igualitaria para mujeres y varones en la provincia de San Luis, que desde el mes de junio no ha avanzado en Senadores. Un proyecto similar de Cambiemos, para el cumplimiento efectivo del cupo femenino, también está trabado desde el mismo mes.
“Quedamos de avanzar en la boleta electrónica, la depuración de los padrones, el cupo femenino, y los concejos deliberantes en el interior. Los primeros dos no avanzan. Los otros dos los frenan el Senado. El Gobierno no cumple con los acuerdos del diálogo político”, dijo al respecto Alejandro Cacace, presidente del bloque Cambiemos.
Por el lado de Compromiso Federal también están cajoneados proyectos para regular y promocionar la Equinoterapia, la obligación de que los eventos públicos tengan baños químicos para discapacitados y un sistema de inclusión y abordaje integral de personas con autismo, entre otros, lo que da un claro ejemplo de que también hay diferencias políticas dentro del mismísimo oficialismo.
Por
último, cabe señalar que en el documento al que accedió La Gaceta, donde figuran más de una veintena de proyectos frenados, no se registra ninguno del Frente para la Victoria, el cual se ha convertido claramente en el bloque con menor iniciativa legislativa.