La Pulpería estaba clausurada, pero abrió igual

Se generó un hecho de violencia dentro del local.

La Pulpería, conocido establecimiento céntrico, abrió sus puertas el sábado pasado a pesar de estar clausurado por el municipio capitalino. Cuando los inspectores municipales fueron a notificar que la clausura se mantenía, notaron que el local estaba abierto, motivo por el cual intentaron clausurarlo nuevamente, pero no lo lograron debido un hecho de violencia que se generó en el lugar.

“La Pulpería, ya tenía una clausura efectuada y el Juez de Faltas ordenó que se mantuviera. En cuanto los inspectores fueron el sábado a notificar la decisión del juez, se encontraron con el local abierto, pero al intentar realizar una nueva clausura, los agentes municipales recibieron amenazas de muerte de parte del propietario del local”, relató el director de Comercio, Marcelo Rosales.

El funcionario agregó que se dejó constancia de las amenazas y de la situación violenta que el propietario del lugar generó. Los inspectores también realizaron la denuncia correspondiente ante la Policía.

Además, el juez de Faltas fue notificado de los hechos y la clausura tendrá vigencia hasta que se presente la documentación correspondiente para habilitar el local.

Otras clausuras
Rosales manifestó que durante el fin de semana hubo otras clausuras. Se clausuró un salón de eventos ubicado en la zona de los Tres Barrios porque se estaba realizando una fiesta sin la habilitación correspondiente. El Juzgado de Faltas remitió el oficio para que la clausura se mantenga hasta que se acredite la habilitación pertinente.

También se clausuró un kiosco ubicado en avenida Illia 344 donde funciona una panchería porque tiene habilitación para funcionar. Similar es la situación de un kiosco en el barrio Di Pasquo”.

Finalmente, el viernes por la noche, se clausuró una fiesta de promoción en el Club Pringles de calle Riobamba. “Por pedido de Policía de la Provincia, en acuerdo con los padres y la Dirección de Comercio, se decidió suspender la fiesta porque había chicos que querían ingresar colándose y comenzaron a agredir a los demás concurrentes. Al no poder contenerlos, la Policía decidió poner fin a la fiesta y se procedió a detener el ingreso de personas, despejar la calle para poder dejar salir a quienes ya estaban adentro y a las 3 de la mañana, el salón ya estaba despejado”, concluyó el Director de Comercio.

 

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