Sin lugar a dudas, la sesión de hoy del Concejo Deliberante va a ser la más polémica del año, ya que la oposición decidió retirarse de la misma cuando el Frente Unidad Justicialista decidió imponer una nueva forma de contar las abstenciones. Todo comenzó cuando Ailén Chaine, del bloque unipersonal Libres del Sur, pidió que un proyecto suyo que solicita la colocación de un semáforo y que se demarquen las sendas peatonales en calle José Zabala, esquina granadero Florencia Navarro, fuera girado solo a la comisión de Seguridad.

El planteo de Chaine se debió a que, muchas veces, el oficialismo envía proyectos a dos comisiones para así demorar lo máximo posible su tratamiento. La moción de Chaine obtuvo 7 votos positivos (3 de Unidos por San Luis y uno por cada uno de los 4 bloques unipersonales del Concejo) y 7 abstenciones.

Históricamente, esto se hubiese considerado como que el proyecto estaba aprobado, pero al Frente Unidad Justicialista se le ocurrió decir que se trataba de un empate. Esta interpretación es más que llamativa, ya que el oficialismo no votó. Abstenerse significa, según la RAE, “no participar en algo a que se tiene derecho”. O sea que el FUJ no participó de la votación y, por ende, no puede haber un empate.

“Las abstenciones son un no-voto, no hubo votación de parte del oficialismo. Se tienen que contabilizar los afirmativos, salvo que hubieran votado en negativo”, dijo el radical Javier Suárez, quien tomó la posta de la oposición en esta discusión. Por su parte, el oficialismo, con Alejandro Cordido y sus larguísimas alocuciones carentes de contenido a la cabeza, en primer lugar, sostuvo que “debe considerarse el número de concejales y concejalas presentes y que emiten su voluntad”, “para aprobar debe haber mayoría, en este caso debe haber mayoría simple” y que “no se logró la mayoría en este caso”. Al parecer, como en ese momento había 14 concejales presentes (ya que estuvo ausente Daniela Serrano), Cordido quiso decir que el proyecto necesitaba 8 votos para ser aprobado. “Ninguna de las dos posturas alcanza una mayoría”, agregó Cordido, considerando que la abstención es un postura cuando justamente es todo lo contrario, es no manifestar una postura.

“Este cuerpo ha entendido, a lo largo de los años, un sentido totalmente distinto al que se acaba de manifestar. De hecho, ha habido aumentos de tarifas y ordenanzas que se han aprobado con 4, 5 o 6 votos afirmativos y 8, 9 o 10 abstenciones”, le contestó Javier Suárez.

Pongamos un ejemplo de cómo han funcionado históricamente las abstenciones en el Concejo Deliberante. Hoy en día, el cuerpo está compuesto de 15 concejales, por lo que la mayoría simple para aprobar un proyecto es de 8 votos. Si dos personas se abstienen y 13 votan, la mayoría pasa a ser de 7. Si 4 se abstienen, la mayoría pasa a ser 6, y así sucesivamente. Básicamente, es como si los concejales que se abstuvieron no estuvieran presentes, aunque siguen colaborando a que haya quórum.

Por ejemplo, en abril de 2019 había 13 concejales presentes. O sea, en esa sesión la mayoría simple era de 7 votos. Sin embargo, el aumento de la tarifa de taxis se aprobó con 6 votos afirmativos, porque 7 concejales se abstuvieron. En ese caso, el proyecto se hubiese aprobado con tan solo 4 votos, que es la mayoría de los 6 votos que se emitieron.

Volviendo a la sesión, la respuesta de Cordido fue aún más sorprendente, ya que sostuvo que este año “ha pasado lo contrario”. Suárez le pidió al oficialista un ejemplo de esto, pero Cordido no pudo ofrecer ninguno.

A la postura de Suárez se sumaron otros opositores, como Otoniel Pérez Miranda (PRO). “Una abstención es no expresarse sobre el tratamiento que se está dando”, dijo el concejal, señalando que “no se contabiliza el voto”. “Si tenemos 7 concejales que no emitieron opinión sobre un proyecto y 7 concejales que emitieron opinión afirmativa sobre ese proyecto, el proyecto está aprobado”, remarcó el hombre del PRO.

“No quiere votar a favor, no quiere votar en contra, entonces se abstiene. Entonces los votos válidos serían los afirmativos”, dijo Chaine, con términos más que claros y aprovechando la ocasión para quejarse de que los proyectos de Libres del Sur son siempre girados a dos comisiones, mientras que los del oficialismo van a una sola.

El debate después giró a si se debía consultar a la asesora letrada del Concejo. Suárez fue quien propuso esto en primer lugar y, eventualmente, Cordido lo aceptó. Sin embargo, Suárez retiró esa moción, “entendiendo que la votación ya se materializó y lo que se quiere tergiversar es el sentido del resultado”.

“Dejemos de tironear el reglamento en base a los intereses sectoriales y políticos”, dijo el concejal radical, quien luego agregó que “si la interpretación es la que hoy dijeron (desde el FUJ), todas esas ordenanzas que se han aprobado son nulas”. Las ordenanzas que serían nulas son el aumento de la tarifa de taxi de abril de 2019, la suba de Transpuntano de noviembre de 2018 y el aumento de los taxis de agosto de 2016, solo por mencionar algunos casos.

Viendo que la postura de la mayoría simple no tenía muchas piernas, el oficialismo decidió apoyarse en Carlos Ponce, quien ya ha abandonado completamente su rol de opositor y propuso que se aplique el artículo 137 del Reglamento Interno del Concejo, el cual dice lo siguiente: “Si una votación resultase empatada, se repetirá la misma, y si en esta segunda instancia, volviese a resultar empatada, la decidirá el Presidente con su voto”.

Esta interpretación parte de la base de que el Frente Unidad Justicialista cuenta la abstención como un voto válido y que por eso “hubo un empate”. Obviamente, la oposición sostiene que esto no es así, que la abstención no es un voto, ya que así fue como siempre se aplicó.

Viendo que el oficialismo, más Ponce de aliado, no iba a dar el brazo a torcer, Suárez optó por retirarse. “Quieren manipular el reglamento como han hecho siempre cada vez que una votación no les cierra, no les gusta”, dijo Guillermo Araujo, presidente de Unidos por San Luis, cuando su bloque decidió hacer lo mismo. Minutos después hicieron lo mismo Pérez Miranda y Chaine.

La sesión terminó con Cordido criticando a la oposición por haberse retirado, tratándolos de antidemocráticos y totalitaristas, por casi media hora, diciendo una y otra vez las mismas frases trilladas. Luego, el FUJ, más Carlos Ponce, decidieron aplicar el artículo 137, por lo que se volvió a votar la moción original de Chaine, la cual fue rechazada por 7 votos negativos a 1 positivo (de Carlos Ponce) en esta ocasión. Y así fue como concluyó el debate sobre un semáforo más largo de la historia reciente del Concejo Deliberante.