“No se trata de ningún despido, acá no hay persecución de ninguna naturaleza, vamos a corregir una práctica corrupta y deplorable de las administraciones que se van. Cuando ven la renovación de las autoridades, automáticamente la práctica lleva a la contratación masiva de personas al solo efecto electoral”, manifestó Julio César Fagés, secretario de Gobierno de la Municipalidad, cuando se conocieron los primeros 200 despidos.

De acuerdo al funcionario, muchos de los despedidos eran contratados con una categoría demasiado alta para la antigüedad que tenían en sus funciones, mientras que otros son Ayudas Económicas que fueron incorporados en los dos últimos meses de la gestión de Alicia Lemme. Fagés también comentó, en esa ocasión, que no se descartaba la posibilidad de más despidos, a la vez que confirmó que el proceso terminará en marzo.

Más allá de que la opinión pública apreció el hecho de que el secretario general no quisiera esconder los despidos, Fagés sí fue criticado porque reconoció, de un modo u otro, que la medida se ha llevado a cabo de una manera un tanto apresurada. “Se van a estudiar uno por uno los casos que realmente presenten una situación de vulnerabilidad social. Van a ser atendidos y repuestos a sus cargos”, prometió Fagés, dando margen para creer que, justamente, no todos los casos fueron estudiados como corresponde.

Por lo tanto, si una persona de Ayuda Económica fue dada de baja este mes y es reincorporada en marzo, pasará un par de meses sin ingresos. Ante tal panorama, el secretario de Gobierno dijo que no se puede dar una respuesta de un día para otro porque “es muy mucha la gente”.

“A los que están trabajando, yo les digo que se queden tranquilos. A los ñoquis, que se vayan preparando porque se van a quedar en la calle”, había advertido el intendente, Enrique Ponce, en sus primeros días de gestión.