Ese día, coincidieron en la plaza del barrio Rawson un festejo atrasado por el Día del Niño, organizado por la Municipalidad de San Luis, con el funcionamiento de uno de los merenderos que el Gobierno provincial recientemente ha montado. Inicialmente se produjo una discusión en la que Abarca le recriminaba a la militante poncista que habían corrido a los niños de la plaza y que no les permitían jugar. Luego, Abarca comenzó a criticar el hecho de que se repartían remeras que decían “Cultura de la Municipalidad”, cuando llegó Germán Ponce y la cosa no hizo más que escalar.
“Cuando llegamos al barrio nos topamos con que habían un inconveniente ahí y que se había dividido la actividad en dos”, contó el concejal Ponce, quien este año va por la reelección. “Ella dijo como que nosotros no podíamos estar en esa plaza. Yo le dije que la plaza es de todos y que esta es una actividad para los chicos y que es de buena fe”, dijo el edil, quien luego se refirió a las remeras que Abarca no quería que se distribuyeran.
“Cuando yo voy a los barrios difundo una ordenanza que para mi es muy importante que es una ordenanza de la cultura, que es la ordenanza de la Escuela de Música municipal. Esas remeras son justamente para eso y te las pide la gente. Ella creo que está haciendo política. De todas formas, hacer política no me parece que sea algo malo. Es algo noble y loable hacerlo. No tiene porqué verse de esa manera”, opinó Ponce.
“Esta señora vino con un celular en la mano, llamó a la Policía y armó esta actuación y situación tensa en la zona que nosotros estábamos trabajando”, continuó Ponce, asegurando que Abarca “casi hace llorar a una militante”. “Cuando voy a todos los barrios mencionan mucho la inseguridad y que llaman a la Policía y no viene. En dos minutos la Policía estaba ahí, tomándome los datos a mi y tomándole a los compañeros nuestros. Todo por una llamada que hizo esta señora”, dijo el concejal.
Ponce contó que, durante la discusión, Abarca lo grababa con un teléfono mientras le sacaba fotos con el otro. Por ende, el concejal hizo lo mismo y tomó varias fotografías de la mujer, como la que acompaña esta nota. “Yo creo que quiso hacer enojar y me quiso difamar un poco y hacer quedar mal delante de los vecinos”, dijo el hijo del intendente.
El audio en cuestión incluye acusaciones de ambos lados. Ponce le dice a Abarca, “ladrona de los Rodríguez Saá”, mientras que la mujer lo acusa de “chorro”, asegurando que “van a tener que rendir todo lo que robaron en la Municipalidad”. Afortunadamente, parece que las agresiones se quedaron en lo verbal, aunque hubo “mucha proximidad”, comentó Ponce, destacando que, tras la discusión, Abarca se retiró del lugar, mientras que él continuó con una actividad similar en otro barrio.
Por su parte, Abarca, en su Facebook personal, contó que la discusión se debió a que Ponce corrió de la plaza a unos niños que “no querían remeras gigantes del Ponce”. “Tengo pruebas y fotos de lo sucedido este gran abuso de la gente de Macri y Poggi”, escribió la mujer en una publicación donde compartió el audio de su discusión con Germán Ponce.