Si bien el permiso es aparentemente por tan solo 10 días, su verdadera naturaleza se desconoce por completo y los comerciantes que pagan impuestos, y que por ende no pueden competir con los precios de la Saladita, temen que la feria se quede por aún más días o que vuelva en el futuro.

“Dijo que eran solamente 14 puestos de venta y en realidad son 33, de modo que ya empezamos con algo que no es cierto. La afectación que tiene el comercio de Quines es real y está ocurriendo en este momento. De un promedio de 12 a 15 clientes, en los comercios ahora ingresa uno o dos, sobre todo en el rubro de venta de zapatería y ropa”, dijo Bazla, remarcando que Macías ha dicho poco y nada sobre todo el proceso de llegada de esta feria a Quines.

“Su argumento es que esto es para beneficiar a los que menos tienen. Nadie estaría en contra de eso, pero está pretendiendo beneficiar a los que menos tienen, sacándole a otros que tampoco tienen mucho, que son los comerciantes minoristas”, continuó el abogado, remarcando además que los comerciantes “ni siquiera son de la provincia de San Luis”.

“Hay una contradicción muy notoria entre el ejercicio de la puntanidad y el ejercicio de esta política”, agregó Bazla, haciendo hincapié en que el intendente Macías responde el proyecto del oficialismo provincial.

A raíz de todo esto, un grupo de más de 30 comerciantes presentaron, a través de Bazla, una carta documento a la Municipalidad para que se deje sin efecto la autorización que se le ha dado a la feria. “Si no lo hace de manera inmediata, vamos a interponer un recurso de amparo para pedirle a la Justicia la protección de los comerciantes que están afectados por la violación del principio de igualdad. No existe el mismo trato a los comerciantes locales que a esta gente que ha venido de afuera”, subrayó el abogado, quien además comentó que ferias similares ya han pasado por localidades como Candelaria y Luján, con gran perjuicio para los comerciantes.

Roxana, dueña de un local de ropa, destacó en particular que la instalación de la feria “ha sido en una fecha esperada por todos los comerciantes”, ya que en diciembre, gracias a las fiestas de egresados y luego a Navidad y Reyes, los comerciantes compensan los meses en los que sus negocios no tienen tanto movimiento.

“En una reunión con el intendente, que duró aproximadamente tres horas y media, vimos que él se había encapsulado y no nos daba una respuesta lógica a nuestras inquietudes, porque nosotros queremos saber cuál es el objetivo y que beneficio le aporta el municipio”, contó Roxana. “El intendente dice que pagan por 30 días, pero que se van a quedar solamente 10 días. Ese es el temor que nosotros tenemos, que si esta gente ha pagado por 30 días, se quede 30 días. O que si se van, regresen”, agregó la comerciante.