Los investigadores Esteban Crespo, del Departamento de Biología de la Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia (FQByF); y Mónica Lugo, del grupo MICODIF (Micología, Diversidad e Interacciones Fúngicas y la Micoteca de Diversidad e Interacciones Fúngicas-Unidad 266-360 del Sistema Nacional de Datos Biológicos), realizaron el hallazgo en San Luis del “Agaricus xanthodermus”, , un champiñón que al tocarlo o al roce toma un color amarillo intenso y tiene un fuerte olor a fenol o a compuestos químicos.

A este hongo se lo encuentra en grupos sobre césped, en prados o jardines y son similares a otros champiñones comestibles que también crecen silvestres, como el agaricus bisporus, el agaricus campestres y el agaricus pampeanus, entre otros.

Su aspecto, la presencia de un anillo en el pie, el tamaño del sombrero y las laminillas que éste posee, que primero son rosadas y que al madurar se tornan marrones a negras, los hacen muy similares a los champiñones nombrados con anterioridad.

Sin embargo, se diferencia por su olor y el cambio de su coloración, de blanco a amarillo intenso, por el contacto o roce. Su ingesta produce intoxicaciones gástricas con vómitos, diarreas y fuerte deshidratación que requieren atención médica.

“Si bien hay registros anteriores para la provincia de Buenos Aires, es la primera vez que se encuentra en San Luis”, expresó Lugo, quien añadió que ante su aparición no es necesario realizar algún proceso particular para su erradicación.

La investigadora remarcó que solo son visibles ante la presencia de abundante humedad, crecimiento natural de césped y ausencia de pisadas en el suelo. “Solo se producen esas estructuras visibles del hongo en esas condiciones. Mientras haya gente pisando el pasto no volverán a aparecer. Lo importante es que se sepa que no hay que comer hongos si no se sabe exactamente que son, si es que aparecen eventualmente, caso que dudo”, añadió la investigadora.

Sobre su toxicidad
Agaricus xanthodermus es uno de los hongos venenosos más comúnmente ingerido. Si se come, los síntomas pueden incluir calambres abdominales, náuseas, vómitos y diarrea. Los síntomas menos comunes incluyen dolor de cabeza, mareos, sudoración y somnolencia.
Desde la UNSL destacaron además que se han extraído varios productos químicos de este hongo, entre ellos: 4,4′-dihidroxi-azobenceno, p-quinol, 4,4′-dihidroxibifenilo y fenol.

La concentración de fenol en sus basidiomas, que es la estructura reproductiva del hongo y lo que habitualmente se llama champiñón, es lo suficientemente alta como para explicar la toxicidad de estos hongos.

Además, el agaricus xanthodermus acumula elementos como calcio, magnesio, hierro, manganeso e incluso metales pesados como plomo, cromo y cadmio. También produce antibióticos como la psaliotina que es sensible a la luz y también agaricina, que tiene fuertes propiedades antibióticas y cancerostáticas.