Este mediodía, el Senado convirtió en ley, tras una votación por unanimidad, al Programa de Sensibilización y Concientización en Gestión Menstrual Sostenible.
“Es la única provincia que cuenta con este marco normativo y la única que lanzó este Programa de Gestión Menstrual Sostenible, ‘Yo Menstrúo’. Nos faltaba darle un marco y un poco más de institucionalidad, y también un trabajo legislativo, transversal y en conjunto. Esto lo hemos hecho entre todes”, dijo Ayelén Mazzina, secretaria de la Mujer, Diversidad e Igualdad, desde donde se impulsó el proyecto que luego concretó la diputada Fernanda Spinuzza.
La funcionaria remarcó que este es un proyecto pensado para un plazo de 2 años, con el objetivo de llegar a niñas, adolescentes y personas menstruantes que deseen utilizar el método de copa menstrual. “Hemos estado acompañando con sensibilización y distintas capacitaciones. No es la entrega del kit de gestión menstrual y nos vamos. Esto lleva un arduo trabajo de 4 meses aproximadamente”, dijo Mazzina, destacando que con quienes no deseen utilizar la copa menstrual se trabaja con las toallitas reutilizables.
Con la aprobación del proyecto se van a conformar mesas interinstitucionales para abordar estas cuestiones desde distintas áreas, ya que la menstruación “impacta sobre la educación, sobre la salud, sobre el medio ambiente y sobre la economía”.
Durante el proceso de votación también estuvo presente Mercedes D’Alessandro, directora de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía de la Nación; quien destacó que es la primera ley de este tipo en aprobarse en toda la Argentina. “Es un tema que, si bien está en la cotidianeidad de las millones de mujeres que menstruamos, desde el Estado hay poco todavía, pero venimos dando pasos importantes”, dijo D’Alessandro, quien además integra el Foro de Justicia Menstrual, que está compuesto por representantes de 14 ministerios del Poder Ejecutivo Nacional, del Legislativo y otros organismos. “Entre todas venimos buscando alinear todas las políticas que se han llevado adelante para garantizar el acceso a los productos de gestión menstrual y fomentar que esto sea un eje de política pública”, explicó la funcionaria.
D’Alessandro destacó además el impacto económico que los productos típicos de gestión menstrual, como toallitas descartables y tampones, tienen anualmente. “Se gasta entre $2.000 y $4.000 por año. Eso para muchas mujeres es un montón de dinero. Pensemos que en un hogar donde haya 3 mujeres menstruando son $12.000 anuales”, destacó la directora de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía de la Nación.
Otro punto que destacó D’Alessandro es que se van rompiendo los tabúes con respecto a hablar de este tema. “Al principio es medio incómodo, o hay un chistecito, pero de a poquito se va entendiendo la profundidad que tiene esta política. No es solo en la persona, sino que también tiene un costado económico y también un impacto ambiental, porque las toallitas y los tampones descartables producen mucha contaminación. Son muchas las aristas que van apareciendo cuando una se va metiendo cada vez más en las profundidades, ni hablar de lo que significa también para los varones trans la menstruación. Todo es una revolución y creo que hay muchas personas que están dando pasos para entender que este tema no es solo para reírse incómodos, sino para activar cuestiones que resuelvan los obstáculos que tienen muchas mujeres y personas que menstrúan a la hora de obtener los recursos que necesitan para poder hacerlo dignamente”, concluyó.