Este miércoles, el ministro de Educación, Guillermo Araujo, hizo su primera aparición en mucho tiempo en una conferencia de prensa del Gobierno. La Gaceta Digital aprovechó la ocasión para preguntarle sobre la problemática de la escuela pública digital Albert Einstein, donde no se cumplió con el aumento prometido; y también con respecto a las interrogantes que surgen en torno a la entrega de computadoras a alumnos de primaria.

Esto último fue un eje de la política educativa de la primera gobernación de Claudio Poggi, con carteles en actos oficiales y notas en la Agencia de Noticias continuamente enumerando los dispositivos entregados; tal cual ocurría con las bicicletas del plan TuBi. Diez años después, en la era de la inteligencia artificial, volvieron las bicicletas, pero no las computadoras, a pesar de que hoy son más críticas que nunca ante una generación de jóvenes que dominan los sistemas operativos de dispositivos móviles, como Android e iOS, pero conocen muy poco de Windows, el más utilizado en el mundo laboral.

Las entregas de notebooks eran una constante durante el primer gobierno de Poggi

Además, hay múltiples materias en las currículas de escuelas públicas de todo tipo que dependen de que los estudiantes cuenten con una notebook. Sin embargo, el Gobierno provincial insiste con la entrega de bicicletas y los más perjudicados claramente van a ser los niños más carenciados.

Tras años de entregas constantes de la gestión de Claudio Poggi, la de Alberto Rodríguez Saá sufrió un atraso enorme durante la pandemia, justamente en otro momento crítico, y se puso al día en 2023, con la entrega de más de 50.000 notebooks a alumnos de 4to, 5to y 6to grado de toda la provincia. En este sentido, cabe explicar que muchas escuelas tienen materias vinculadas a la computación a partir de 4to grado.

En este contexto, La Gaceta Digital consultó hoy a Araujo si hay planes de reanudar la entrega de dispositivos. “Lo podemos analizar, no estoy en condición de decirte si va a haber o no computadoras por una cuestión presupuestaria”, respondió el ministro, antes de pasar a la consabida excusa de culpar a la gestión anterior.

“Nos quedaron 11.000 computadoras pendientes de entregar que venían desde antes de la gestión nacional y que no llegaron a San Luis y que hubieran sido una herramienta importante. Hoy no te puedo asegurar si vamos a poder entregar computadoras. Pero sí hemos hecho entregas en todos los parajes rurales. Hemos empezado, por toda la ruralidad, hoy tenés computadoras que fueron entregadas y en la ruralidad, empezando por ellos”, dijo Araujo, solamente dejando en claro que se ha empezado por la ruralidad, pero no por dónde se continuará.

En cuanto a las computadoras de Nación, la única explicación fue que “con los cambios de gestión no llegaron” y que se “reclamaron”.

La otra pregunta de este medio fue con respecto a las escuelas públicas digitales y, en particular, sobre la Albert Einstein, que denunció que solo se cumplió con un 18% del aumento del 60% prometido. Cabe recordar que ese 60% reclamado es la diferencia de sueldo que, por igual trabajo, tienen los docentes de las escuelas digitales con las públicas de gestión estatal o privada.

“La ULP les dio, como bien dijiste, un aumento que no se ha dado en otras condiciones. No sé lo del 60%, no sé. No me consta. No sé de dónde sacaste esa promesa”, respondió Araujo, visiblemente molesto. La “promesa” en cuestión fue dada a conocer por los docentes de la escuela Albert Einstein tras una reunión con el rector de la ULP, Luis Quintas, y el director de Escuelas Públicas Digitales, Luciano Paez, asegurando que se comunicó “de forma oral e informal” el compromiso de alcanzar una equiparación salarial del 60% hacia diciembre. En este sentido, cabe señalar que tanto desde el Gobierno como desde la ULP ni siquiera se dio a conocer el 18% de aumento ya otorgado. Lo única respuesta oficial sobre este conflicto fue la que Poggi dio ante una pregunta de este medio.

Otro punto clave para entender este reclamo es conocer que los docentes de este tipo de escuelas son contratados a través de la ULP y no por el Ministerio de Educación. Sin embargo, el involucramiento del Gobierno provincial es innegable, ya que es, a fin de cuentas, el que paga los salarios de estos docentes.

Esto fue utilizado históricamente, tanto por Rodríguez Saá como por Poggi, para pasarle la pelota a la ULP y deslindarse de reclamos como el de estos docentes; mientras que desde la Universidad siempre argumentan que ellos no manejan los fondos para el pago de salarios.

Cuando este medio remarcó esta táctica histórica, el ministro la negó y, obviamente, le pasó la pelota a la ULP. “No, no, no es pasarse la pelota. Tiene un régimen distinto. Es un régimen distinto y depende de la ULP. Es un régimen distinto”, dijo Araujo, quien, ante una repregunta de La Gaceta Digital, tuvo que reconocer que el Gobierno es el que paga los sueldos. “Administrativamente, somos lo mismo, pero no es pasarse la pelota. La respuesta que se le da quizás no es la que esperan y es entendible, es entendible. Y aceptable”, respondió.

En otro momento de la conferencia, Araujo manifestó que les “encantaría que los aumentos fueran mayores” y que quizás “habría que ver entonces si pasamos al sistema tradicional y (los docentes) pasan por junta de clasificación”. “Hay que ver y analizar todas las opciones”, concluyó.