Cecilia Luberriaga, la ministra de Turismo, fue por lejos la que menos trató de contentar al ex gobernador, quien castigó el hecho de que solo se estén contratando obras de teatro producidas por Daniel Faroni. “De todos modos, nosotros estuvimos contratando productores locales para muchísimas obras. Es más, durante todo el invierno, las obras infantiles que estuvieron en todas las localidades fueron contratadas con productores de la provincia de San Luis, que es el Diego Sosa Manager Group”, dijo Luberriaga.

Además, la titular de Turismo recordó que vino Doña Jovita, que es de un productor de Río Cuarto, quien volverá el 6 de septiembre con el mismo espectáculo y con otra obra distinta en octubre. “No se va a cambiar nada”, dijo la ministra, refiriéndose a la política del Ministerio respecto a este tema.

Por su parte, el más sumiso resultó ser el ministro de Educación, Marcelo Sosa, quien solo atinó a decir que se van a corregir o “replantear” las políticas que Rodríguez Saá criticó. “Creemos que, siendo autocríticos, no se ha avanzado en lo deseado. Vamos a replantearnos algunas estrategias y tomar todas las acciones que sean necesarias para andar el camino que es el camino correcto y deseado, y es el camino de la transformación educativa de San Luis”, manifestó el titular de Educación.

“Tal vez haya que hacer algunos replanteos y, por supuesto, con toda la autoridad moral que tiene el ex gobernador de nuestra provincia para aconsejar en algunas cuestiones. No solo en la escuela digital, sino también la inclusión digital en términos de capacitación a docentes, el legajo por alumnos, la informatización del sistema de asignaciones docentes; son vastísimas las herramientas disponibles y hay que hacerse un replanteo de algunas estrategias y, desde luego, compartimos y valoramos positivamente todo lo que nos pueda aportar el ex gobernador”, añadió Sosa, claramente agachando la cabeza.

Luego fue el turno del ministro de Relaciones Institucionales y Seguridad, Eduardo Mones Ruiz, quien encaró el tema tratando de que parezca que las decisiones que se tomaron para complacer al ex gobernador fueron ideas propias y no producto de la presión.

Según Mones Ruiz, desde el Ministerio ya “habían decidido la remoción del comisario del Trapiche, pero el Gobernador quiso reforzar el tema, interviniendo en la comisaría y nombrando a alguien de suma confianza, como es el comisario Papaño, para que en 15 o 30 días haga una investigación sumaria, a los fines de deslindar la responsabilidad que tenga que investigar”.

“La semana pasada fue el tema de la ratificación del comisario Ubieta. A los efectos prácticos, tenemos que deslindar responsabilidades, para que toda la sociedad se quede tranquila y se ha intervenido la comisaría del Trapiche”, comentó el ministro, quien luego, cuando este medio le preguntó si hace falta que un ex gobernador denuncie una zona liberada para que el tema se investigue, algo que la prensa solicitó firmemente la semana pasada; se excusó de la siguiente manera: “Estábamos esperando que vencieran los 30 días que marca el Código de Procedimiento, que venció la semana pasada”.

Por último, Alejandro Munizaga tomó una postura sumisa muy similar a la de Sosa, pero se despachó con una gran cantidad de obras, avances y modificaciones que la ULP ha hecho recientemente. “Ratifico las palabras del Gobernador. Todavía las presentaciones formales y todo el trámite no está realizado. Lo único que se busca, y esto es importante aclarar, es la acreditación nacional de las carreras,
la validez de los títulos nacionales. No así la institución, por lo cual la universidad no está en juego como dijo el ex gobernador. No está en juego su idiosincrasia, su metodología ni su forma de trabajo. Y si esto va a ser una traba, repensaremos la estrategia. Él fue el ideólogo de la política digital de la provincia, allá por el 2003. Que él vea un atraso como dijo él… bueno, nosotros estamos trabajando muchísimo”, dijo el rector, antes de concluir con una larga lista de obras realizadas, como tratando de desmentir a Alberto Rodríguez Saá, pero no animándose a hacerlo directamente.